Indeleble.

30.

-No sabes lo que me pones con ese trajecito.

-Sí, si que lo sé, lo llevo notando toda la noche.

-Es que estás tremendamente buena con el, no te lo quites nunca, por favor te lo pido.

-¿No me lo vas a querer quitar? Vaya, me parece que no tenemos los mismo planes para lo que queda de noche.

-Claro que tenemos los mismo planes nena, pero no te lo quitaré hasta el final.

Llegamos a casa entre besos, ella cierra la puerta con cerrojo, vamos a la salita, y volvemos a la misma situación de hace una semana, ella a horcadillas arriba mío, yo sentado en el sofá, mientras que nos comemos a besos.
Eva empieza a desabrochar el mono que llevo, mientras que yo le doy besos en el cuello.

-En que maldito momento decidiste ponerte un mono.- Dice agitada.

-Fuiste tu la que decidió disfrazarse así.

Ella me calla besando mis labios ferozmente, su respiración es rápida y agitada, y la mía empieza  a ser igual cuando noto como su cuerpo de empieza a mover encima mío haciendo que me ponga más cachondo de lo que estoy.
Consigue desabrochar el mono y sacarme el jersey que llevaba, lo lanza al suelo, ahora tan solo llevo la parte de abajo del mono, y ella va igual que iba, no tengo pensado sacarle nada hasta que ella lo pida.

NARRA EVA.

Hugo y yo estamos en un momento que pensé que tardaría en llegar. La ropa empieza a sobrar, pero él no me la quita.
Me levanto de encima suyo, agarro su mano para que me siga a mí habitación.

-¿Ya me tienes ganas?- Pregunta riendo.

-Las mismas que me tienes tú, guapo.

-Pues si que me tienes ganas.- Giro mi cabeza mirándolo sonriendo pícaramente.

Entramos a la habitación y lo tumbo en la cama, paso cada pierna por sus costados, dejando mi culo encima de sus partes íntimas, el nota mis intenciones con lo cual hace fuerza girando para que así quede yo debajo de él. Hugo empieza a quitarme el tutú, dejándome tan sólo con las bragas y el corsé, me mira de arriba abajo y me sonríe, deja un beso en mi boca y empieza a desabrochar el corsé con cuidado, mientras lo intenta quitar va dejando un rastro de besos por mi abdomen.

-No se cómo me pones más si con el disfraz ese, o sin nada.

Lo acerco a mí haciendo que nos volvamos a besar, sus manos se acercan a mí pelvis, está en terreno peligroso, así que sin que se lo espere giro volviendo a posar su espalda en la cama, quedando así yo arriba. Le bajo lo que le queda de mono, Hugo suspira al al sentir mis manos pasearse por el elástico de sus calzoncillos.

-Me encanta lo que pretendes hacer, pero me toca a mí.- Me advierte cogiéndome en volandas y dejándome tumbada en la cama.

Mis manos agarran fuertemente las sabanas al notar la respiración de Hugo muy cerca de mis muslos. Me mira pidiéndome permiso para dar el paso, y yo sin pensarlo asiento con la cabeza dejando que haga conmigo lo que le plazca. Sus dedos acarician el elástico de mis braguitas, no sé lo piensa dos veces y sin esperarlo me las saca, dejándome, ahora sí, totalmente desnuda. Hugo me mira de arriba abajo y se acerca a mi entrepierna, deja un beso en mi pubis, haciéndome gemir por primera vez.
Su lengua hace maravillas en mi, y yo tan solo puedo arrugar las sábanas con mis manos y gemir por el placer que me produce. Empiezo a notar como mi cuerpo convulsiona, y es ahí cuando viene mi primer orgasmo, Hugo se acerca a mí y me besa salvajemente, sus manos se posan en mis caderas mientras que las mías intentan bajar sus calzoncillos.
Hugo jadea cerca de mi cuello, cuando consigo sacarlos, mis manos acarician su miembro, él muerde suavemente mi cuello haciendo que jade yo también.

-Te necesito Hugo.- Le suplico entre jadeos.

Él se levanta rápido de la cama, se acerca a su mono y coge un envoltorio plateado, lo abre con los dientes y se lo pone, se arrodilla enfrente mío, abre mis piernas, alza mis caderas y con el máximo cuidado acerca su pene a mi entrada.

-Sí te duele avisame y paro.

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•Gracias por leerlo 💗.

•Espero que os guste tanto como me ha gustado a mí escribirlo.