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-Tengo diecinueve y en diciembre cumplo los veinte, así que el bebito aquí eres tú.- Le contesto pellizcando sus mofletes.

-Ay perdón viejo cascarrabias.- Ella ríe escandalosamente y eso hace que me contagie y acabé riendo yo también.

-Te perdono bebé renacuajo.- Ahora soy yo el que ríe como un loco.

-¡Oyeeee! No soy un bebé renacuajo.

-Ah claro, pero yo sí que soy un viejo cascarrabias, ¿verdad?

-Pues claro.

Nos miramos sonriendo, hay veces que es como una niña pequeña, la cual es muy adorable.

-Tenemos que irnos, sino llegaremos tarde y no me gusta hacer esperar a los demás.

-¿Estás segura de que quieres que vaya?

-Claro, me has caído muy bien, y nuestro grupo acepta a cualquiera.

-No quiero molestar.

-Anda calla, no inventes más cosas, que sino te va a doler la cabeza.

-Bueno, pues entonces vamos.

Eva coge mi mano otra vez y hace que rote sobre mí mismo, mis pies vuelven estar en movimiento, el único sonido que se escucha son las ramas romperse a causa de nuestros pies que las pisan.

-Estoy segura de que te van a caer genial, son todos super majos.

-Espero caerles bien.

-Ya veras que sí.

Seguimos hablando de alguna que otra cosa, conociéndonos más, también hemos parado más de una vez para ver alguna que otra mariposa, a Eva le hacía ilusión verlas de cerca y ellas se posaron en una rama para ser vistas.

-Ya hemos llegado.- Y por extraño que parezca nuestras manos siguen igual de unidas que cuando salimos de casa de su abuela. -Miralos están allí.- Grita y salta emocionada.

-Espera, ¿estás segura?- Mis ojos buscan los suyos rápidamente. -De verdad que no quiero ser un estorbo.

-Voy a coser tus labios de tal manera que no puedas volver a hablar, solo dices estupideces.- Dice ella tapando mi boca con sus manos. Veo la oportunidad perfecta y las chupo. -¡Aaah que asco guarro!- Dice limpiando sus manos en mi camiseta.

-No has contestado a mi pregunta.

Eva entrelaza nuestras manos otra vez, ya se ha vuelto un hábito y tan sólo llevamos horas conociéndonos, ella empieza a andar con la consecuencia de que yo vaya detrás.

-Hola chicos.- Saluda a todos nada más llegar.

-Hola pequeña.- Le devuelve el saludo un moreno con gafas y la voz bastante grave. -¿Quién es él?- Pregunta señalándome.

-Él es un amigo, se llama Hugo.

-¿Amigo?- Pregunta una chica rubia, mirando nuestras manos.

-Sí sam.- Responde ella deshaciéndose de nuestro agarre.

Mi mano siente el frió, ya no está calentita como antes, ya se había acostumbrado a ese calor corporal de Eva.

-Hola colega, yo soy Jesús.- Él me estrecha la misma mano que tenía sujeta por Eva, el calor no es el mismo.

-Yo soy Estefanía, pero todos me llaman Nia.

-Hola, yo soy Maialen y a mí igual que a Nia también me han acordado el nombre, a mí me llaman Mai.

-Yo soy Ana Julieta, y siento informarte que aquí todos o casi todos tenemos una abreviatura en nuestro nombre, a mí me llaman Anaju.

-Menos yo, yo la llamo Jujiti.- Habla Mai, parece una chica muy agradable.

-Yo soy Bruno y me llaman Bruno.- Todos reímos, esperaba que dijera que los demás le llaman diferente.

-Bueno, yo soy Flavio, pero me suelen decir Fla, y ella es Samantha.- E aquí el moreno con gafas y la voz muy grave.

-Sí, pero me llaman Sam.- Y ella es la rubia que ha hecho que mi unión que Eva se deshaga.

-Encantado a todos, yo soy Hugo, y que yo sepa no tengo ningún apodo ni ninguna abreviación.- Ellos ríen y puedo pero como Eva me mira con ternura.

-¿Vamos a por un helado?- Pregunta Eva poniendo puchero.

-Venga vamos bichito.- Contesta Mai entrelazando su brazo con el de la morena.

Los demás vamos todos detrás de ellas, las chicas se acaban uniendo a Mai y a Eva, pero los chicos se siguen quedando detrás, yo voy un poco apartado de todos, nos quiero entrometerme o parecer un aprovechado, pero es Bruno el que se acerca a mí.

-Ey tío, no tengas vergüenza ni nada, si Eva te ha traído es porque ha visto algo en ti y a pensado que podrías caernos bien.- Dice dándome palmadas en la espalda.- Y por ahora a ninguno le has caído mal.

-Bueno yo no diría lo mismo...

-¿Porqué lo dices?

-Bueno, Flavio y Samantha no me han mirado muy bien en cuanto he llegado.

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•Gracias por leerlo 💗.

•Espero que os guste tanto como me ha gustado a mí escribirlo.

Indeleble.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora