Indeleble.

14.

-Los amigos no se besan.

-Callate un mes colega.- Él vuelve a reír.

*Dos meses después*

En estos meses me he pasado más de una vez por el pueblo, he vuelto a visitar a Eva, también volví a quedar con todos sus amigos, que ahora podría decir que también son los míos.

-¿Estás listo?- Le pregunto a Javi.

-Me quedan los zapatos.

Hoy hemos quedado con los demás, iremos a dar una vuelta por el pueblo y luego tenían pensado ir al monte y comer allí unos bocatas, se supone que pasaremos allí todo el día, Mai tiene algún plan ya pensado, pero ella dice que es todo una sorpresa.

Javi ya conoció a los chicos, una tarde que yo quedé con todos, Eva me dijo que se viniera Javi, así los conocía a todos. Somos un grupo grande y divertido, nunca nos aburrimos ya que siempre se nos ocurre algo que hacer.

-¿Llevas el bañador? Mai dijo que nos lo pusiéramos por si las moscas.

-Sí, tengo todo en la mochila, ¿tu no te llevas mochila?- Pregunta.

-Sí, sí, está abajo, la dejé ahí mientras te esperaba.

-Pues entonces vámonos.

Cogemos las cosas y nos dijimos al pueblo, son unos quince minutos andando, no está tan lejos, pero vamos tarde, nos hemos confiado en que no hacía falta madrugar y al final hemos tenido que poner el turbo.

-¡Hombre! Pensábamos que os habíais muerto.- Es lo primero que escucho nada más llegar.

-¡Ala Sam!- Le regaña Anaju.

-Es que han tardado mucho, llevamos como veinte minutos esperándolos.

-Bueno, perdón, se nos ha ido el santo al cielo.

-Tu siempre dando el cante, si no llegas tarde, llegar con tu hermana, o directamente no llegas, si es que eres lo que no hay.- Me habla Bruno riendo.

-Bueno, vámonos ya, no vamos a seguir discutiendo sobre el tiempo que han tardado en llegar.- Dice Eva.

-Claro, tú lo defiendes porque es tu amorcito.- Suelta Nia sin pensarlo dos veces.

-Tu callate que puedo decir también de ti.- Le contraataca mi morena.

-Venga vamos, se acabaron las discusiones.

Todos hacemos caso a Mai y nos ponemos a caminar en grupo. Los chicos vamos más atrás que las chicas, ellas están entretenidas hablando sobre lo que harán está noche, mientras que nosotros hablamos del partido que hubo ayer en las pistas del pueblo.

-¡Bua! Es que el saque que hizo Pablo fue alucinante.- Comenta Flavio.

-Ya te digo.- Le sigue la conversación Jesús.

-El chaval se sabe manejar con el balón.

-Y tanto, ¿visteis los goles que metió? Es que menudo partidazo.

La conversación se esta centrando solo en el estúpido camarero, así que aceleró el paso y me incorporo a la chicas.

-¡Ey Huguito! ¿Que tal? ¿Cómo está la estrellita?- Me pregunta Mai.

-Bien, se ha quedado viendo la Rapunzel, tiene una adicción muy fuerte con esa película.

-¡Ayyy! ¡Que cuqui!- Contesta Anaju con una mueca tierna.

-A ver cuando la traes otra vez, que ya la echamos de menos.- Dice Sam.

-Eso, yo quiero volver a jugar con ella a mamas y papas.- Habla Nia.

-Otro día me la traigo, ella también quiere veros, me pregunta por todos vosotros.

-¡Ayyy! Si es que es adorable, yo no sé cómo te puedes quejar de ella, si es un trocito de pan.

-Pan del duro.- Contesto riendo.

-No le digas eso a la chiquita, Hugo.- Escucho la voz de Eva, la cual viene acompañada de una colleja gratuita.

-¡Au! ¡Oyeee! ¿Porque me pegas? Encima que no me saludas ni nada, y me recibes pegándome.- Me quejo haciéndome el enfadado. -Muy bonito eso.

-No te quejes de tu hermana, la nena es un encanto, es más cariñosa que tú, vaya.

-¡Dios lo que te ha dichooo!- Comenta Nia.

-Eso es mentira.

-No, tu no muestras ni un gesto de cariño, eres un sieso.

-Retira eso, sabes que no es verdad.

-No voy a retirar nada porque digo la verdad.- Dice Eva con chulería.

-Vale, vale, ahora vas a ver cómo no soy cariñoso.- Vuelvo a acelerar el paso para ponerme más hacia delante que todas ellas.

-Vale, no voy a notar ningún cambio en comparación a los otros días.- Le saco el dedo por encima de mi cabeza, sin mirar atrás. -Vete a la mierda un rato.

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•Gracias por leerlo 💗.

•Espero que os guste tanto como me ha gustado a mí escribirlo.