O5.O5.2O15
¡Que inútil!, pensaba yo.
Como es posible que algunas personas, sean tan absurdamente ilusas y no se den cuenta de la realidad, ¡Vamos!, este mundo estaba cambiando por completo, y no para bien, si no, para mal, y ¿Qué estamos haciendo para mejorarlo? Nada, nada en absoluto. Han pasado muchos años, y gracias a Dios he aprendido muchas cosas, he madurado, he cambiado, y gracias a él, he sido una persona cada vez más fuerte, capaz de soñar y no dejarme derrotar como antes solía hacerlo. ¡Inútil!, por pensar que mi vida dependería de un hombre, cuando yo puedo ser feliz con o sin uno de ellos. Estaba motivada a seguir adelante sola, aunque tenía la ayuda de mi familia, y de algunos amigos, que son lo único que tengo ahora.
Dios es grande. Dios es todo. Sin Dios no somos nada, y ahora que busco más de Dios, me siento física y moralmente mejor que nunca, a pesar de los pequeños problemas, y de algunas bobadas, Dios me da fuerzas, y ya no me siento tan sola como antes. Y todo es gracias a él.
Mi mejor amigo, Juan José, me ha enseñado tantas cosas, el me habla de sus pensamientos, yo con mucha claridad lo escucho, observo y empiezo a detallar cada cosa que dice y hace, sencillamente es perfecto, es un gran hombre, es un gran amigo, y lo admiro. Él es un amigo, que a pesar de todo, me da fuerzas, el me anima, y me hace sentir mucho mejor.
A pesar de mis errores, de mis caídas, y de todo lo malo que eh hecho, he aprendido la lección, y créanme está bien equivocarse, porque de eso se trata esta vida, y muchas personas no creen en mí, pero les demostrare con el tiempo que puedo ser mejores que ellos, sencillamente aún tengo mucho por que demostrar, mucho que explorar, mucho por hablar y sentir.