31.O8.2014
Me mato la cabeza pensando estupideces, o quizá no son estupideces, es la realidad, y aunque no lo crean podía ver como la sociedad hacia cambiar por completo a los adolescentes, seré franca, a los hombres el 90% de su cerebro es solo para pensar en ''Sexo'' es como si, siempre eso lo fuera todo en la vida, y estoy cansada de esos chicos que piensan solo en eso y no tienen más aspiraciones.
Mi mamá tenía razón al decir que ''Yo no me ilusionaba rápido'' me hacía acordar cuando me ilusione con Miguel, y aun así, llegaba a creer que iba a ser el único del que yo me enamoraría, a pesar de que Miguel no fuera lo que yo siempre esperaba, aun sentía cosas por él. El sábado quede de verme con William, el primo de Santiago, y déjenme decirles que al verlo, sentí un gran vació a dentro de mí, que en ese instante empecé a acordarme de todo lo vivido con él. Me daban ganas de llorar, les juro que los días con Santiago eran perfectos, él lo tenía todo, pero aun así, para mí, no era suficiente y lo perdí, ¡Que idiota!, Ahora es feliz con su novia, y ¡Qué bien! que este feliz con ella, se lo merece.
Y aunque ya no me hablaba como antes, no me saludaba como antes, que al verme se alegraba y me abrazaba muy fuerte y me daba un beso en la mejilla, era algo bonito, y ahora todo eso cambio. En la noche de ese mismo día, fui con mi amiga Laura y mi amigo Carlos a una fiesta, no muy lejos de mi casa, y allí en esa fiesta se encontraba un chico que me llamaba mucho la atención, Laura y Carlos tenían la costumbre de molestarme con él, y en ese entonces, empezamos todos a bailar, algunos chicos bailaban bien, otros, no podía seguirles el paso, y había uno que bailaba tan sensualmente que le seguí la corriente, su nombre era ''Santiago'' Llegue a pensar que era Gay, su forma de vestir y de hablar me hacían pensar eso, al menos de que quizá fuera un metro sexual, no lo sé, pero bailaba muy bien, mientras que yo, fracasaba al intentar bailar como él.
Después de un rato, me canse y decidí ir hacia la cocina, allí había una ventana abierta, era de noche y la vista era perfecta, me encontré allí a dos chicos, uno de ellos, estaba fumando, me le acerque y le pedí un poco de cigarrillo, el chico muy amable me lo paso, y les juro que al sentir el humo en mi garganta, sentí un alivio en mí, que sonreí entre dientes y se lo pase.
-¿Cómo te llamas?-Pregunto.
-Angie y ¿Tu?
-Julián.
-¡Qué lindo nombre!
-¡El tuyo me recuerda a una amiga!
-¡Sí!-En ese momento pude notar la tristeza en su rostro, y recordé que una amiga me había contado sobre la trágica muerte de una chica que vivía por donde nos encontrábamos.-¡Angie Katherine! ¿No es cierto?-Pregunte.
-¡Si! Ella era hermosa, y no entiendo cómo pudo suicidarse.
-¡De por Dios, ¿Qué hizo?
-Se disparó en la cabeza.-Por poco lloraba Julián, pero al ver su rostro, me dio una corazonada muy fea, al pensar como una niña de 15 años, tan bonita y con una vida por delante pudiera a ver llegado a suicidarse.
-¡Bueno! Ya no hablemos de eso.-Insistió.
