Quince

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                   Haesoo;

Al día siguiente, me desperté temprano. Pero sabía que lo más posible es que mi madre me estuviera esperando abajo para hacerme millones de preguntas que estaba tratando de ignorar y obviamente no quería contestar. Porque lo menos que quería, era que se hiciera la idea de que salía todos los días y eso se volviera entonces un impedimento.

Cerré mis ojos con fuerza cuando escuché como alguién abría la puerta, y a los pequeños segundos la volvía a cerrar.

Esperé varios minutos, y entonces salí del cuarto asegurándome de que se había ido. Volví a subir a mi cuarto y tomé mi celular enviandole un mensaje a Rinah.

"Ven a mi casa, por favor. Necesito hablar contigo".

En lo que Rinah venía me dí una ducha y desayuné. Luego esperé pacientemente a que llegara y no demoró en ser tocado el timbre. Abrí la puerta y Rinah entró en seguida viéndome.

—Vine a penas recibí el mensaje. ¿Que pasó? —preguntó, asustada.

—Tengo que contarte muchas cosas. Ven —la tomo de la mano y la hago seguirme escaleras arriba a mi habitación; cierro la puerta por si acaso y ella se sienta encima de mi cama mirándome.

—Me tienes en nervios. Acaba de decirme —exige.

Me siento a su lado y suelto un suspiro.

—Ayer...fui al club —comienzo a decirle y ella asiente— y...me besé con el profesor Jeon.

Ella abre sus ojos, totalmente atónita. Pestañea varias veces.

—P-pero...¿un beso de verdad?. —pregunta, analizando todavía la información.

—¡Claro que un beso de verdad, Rinah! —exclamo y suelto un suspiro.

—Solo...un beso ¿no?. No hubo más nada ¿verdad? —me mira precavida.

—No —confesé y ella se puso la mano en el pecho dejando salir un suspiro de alivio.

—Sigue sin saber que eres tú ¿verdad?.

—Sí —tragué fuertemente.

–Ok. Ahora...¿que más hay?. Que no sea más fuerte que lo primero o me dá algo —me advierte. Presiono mis labios.

—Mi mamá se dió cuenta de que salí ayer —Rinah se puso la mano sobre el rostro.

—Te lo dije —contestó—. ¿Y que te dijo?. De seguro te preguntó donde estabas. ¿Le contaste?.

—No —respondí—. Anoche no me dijo nada, y esta mañana sabía que me iba a comer a preguntas así que no me levanté y espere que se fuera. Y ahí te envié el mensaje.

—Dios mío —ella suspió y negó desaprobatoria—. Ahora hay otra cosa.

Ya sabía a lo que se iba a referir.

–Beomgyu. —entonces decimos las dos al mismo tiempo.

Presioné mis labios y pasé mi mano por mi pelo, observando hacia otro lado por algunos segundos.

—Haesoo, engañaste a Beomgyu. Estás consciente de eso ¿no? —me mira mi amiga.

—Lo sé —murmuré—. Y no creas que no me importa es solo que...–tragué fuertemente–. Tengo a Jungkook en toda mi cabeza.

Rinah suspiró y se puso frente a mi, captando mi atención.

—Escucha Hae —comienza a decir despacio—. No puedes ir al club ahora. O tu madre se terminará enterando. Estás consciente de eso ¿verdad?.

My Oh My |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora