Diez

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      Mini maratón 2/2

                      Haesoo;

Fui caminando alrededor del tubo, y me sujeté de este con mis manos mientras empezaba a girar, y enrredaba seguidamente mi pie alrededor del material mientras me sujetaba con una mano, y seguidamente ponía mi otro pie y dejaba mis manos fuera.

Fui subiendo, sujetándome y me deslizé lentamente hasta bajar despacio.

Observé a Jungkook mirarme desde el asiento donde estaba, y continué bailando, pero mirándolo.

Me hizo una pequeña seña indicando que subiera con él. Y yo terminé de bailar, para sonreírle y entonces comenzar a caminar encima de algunas mesas dirigiendome a él.

Todos los hombres me miraron bobeados cuando pasaba por sus mesas, pero ignore sus caras, mientras caminaba directamente hacia donde estaba Jungkook.

No había pedido nada. Su mesa estaba intacta y a penas tenía un cigarrillo ya apagado encima del cenizero.

El levantó su cabeza para verme; ya que él estaba sentado y yo encima de su mesa.
Me agaché viendolo.

—Aquí estas —lo miro. El sonríe humedeciendo sus labios.

—Dije que vendría.

—Quiero entender el porque prefieres gastar dinero en rentar una habitación a pesar de que no pasa nada —alcé una ceja viendolo.

—Me gusta tu compañía —respondió.

Me le quedé viendo, y entonces me apoyé en mis rodillas sentandome.

—¿Como estuvo tu día, Profesor Jeon? —pregunté, curiosa.

El se apoyó hacia delante, poniendo sus brazos encima de la mesa, cerca de mi. Mientras estabamos más cerca y nos mirábamos fijamente.

—Estaba pésimo. Hasta que te vi a ti —respondió.

—¿Ahora mejoro tu estado de ánimo? —bromee.

—Muchísimo —confesó.

—¿Y...como va eso de ser profesor y no querer serlo al mismo tiempo? —interrogué sin poderlo evitar.

Suspiró y se encogió de hombros restandole importancia.

—Mis estudiantes me odian. ¿No es maravilloso?. Era lo último que me faltaba —dice con burla, pero a la vez con diversión.

Me incliné más hacia delante apoyandome en mis rodillas pero a la vez en mis codos.

—Eso es por ser tan, duro con ellos —dije yo.

Él ladea la cabeza, observando mi posición.

—Deja de ponerte de esa forma –dice.

—Yo no le veo nada malo —contesto, alzando una ceja.

—Yo tampoco si fuera yo quien estuviera detrás de ti.

Sus palabras me recorrieron de arriba a bajo, y provocaron ciertas sensaciones en mi cuerpo que si al mismo tiempo quise ignorar, a la vez me encantaron.

—Sientate aquí –indica su lado en el sofá. Sonreí levemente, y bajé de la mesa, haciendo caso.

Así que eso hice. Pero no me senté. Volví a apoyarme en mis rodillas, mientras me giraba hacia él, mirandolo.

—Así que...—vuelvo a retomar la conversación— ¿que le hiciste a tus alumnos, para que ahora te odien?.

Ya sabía la respuesta, pero quería acercarme más a él.

My Oh My |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora