Luz Nocturna Ve a una Mujer Misteriosa
QUE KATHERINE ESTUVIERA ATRAPADA y sola con el Rey de las Pesadillas era lo peor que Luz Nocturna podía imaginar.
Porque un nuevo miedo se apoderó de él, uno que ni siquiera podía describirse a sí mismo: era un sentimiento que iba más allá de su propia comprensión. Pero sabía que Katherine ansiaba un amor paterno y que Sombra había perdido a su hija. ¿Sería todo aquello algo peligroso para su amiga? Pensó en lo que había visto en la Lágrima de Sueño y meneó la cabeza.
Mientras permanecía sentado en lo alto de la torre, miró hacia la Luna en busca de consuelo, pero estaba oculta tras rápidas y densas nubes. Soplaba un extraño viento y Luz Nocturna no podía librarse de la sensación de ser observado, incluso de que, de algún modo, alguien oía sus pensamientos. Había tenido esa sensación anteriormente. Solo ocurría cuando estaba solo y no le parecía que supusiera riesgo alguno... pero resultaba extraño. Algunas veces creía ver una cara —una cara femenina, por un instante— en las formas de las nubes, o en los remolinos de las hojas que volaban a su lado, o incluso al caer copos de nieve. Nunca la había visto con claridad, y se preguntaba si su hábito de soñar despierto era lo que le hacía imaginar que veía a aquella mujer, pero esta vez miró a su alrededor para intentar ver si estaba allí. Sabía que sentía algo. Sabía que estaba relacionado de algún modo con Katherine y Sombra. Dejó que sus pensamientos buscaran en lo posible a Katherine, pero no hubo respuesta. Solo la sensación de que alguien no hostil estaba observando y esperando.
Luz Nocturna caminó nerviosamente. Necesitaba tranquilizarse, necesitaba un rato de paz, ya que su mente no estaba preparada para todos esos sentimientos extraños y esos pensamientos de adulto. No sabía qué hacer. ¿Cómo podría ayudar a Katherine? ¿Debería volar sin rumbo y adentrarse en lo desconocido para intentar salvarla por su cuenta? Era lo bastante valiente e inteligente, pero esta vez intuía que sería más de lo que podía afrontar. Pensó en la Dama Pájaro, Toothiana, en esa reina con corazón de madre y artes de guerrero... Quizá ella supiera cómo salvar a Katherine. Pero tenía el ala herida y no podía volar.
Entonces pensó en Kailash. El ganso blanco no solía dormir sin Katherine a su lado, pero esa noche se había quedado en su viejo nido, entre los gansos blancos a los que no había visto desde hacía tiempo. Kailash quería a Katherine tanto como la niña la quería a ella. ¡Kailash! De pronto, Luz Nocturna tuvo una idea que era al mismo tiempo infantil y sabia.
Los niños de Santoff Claussen estaban apiñados con Kailash en la cueva-nido.
Las horribles noticias del secuestro de Katherine habían llegado a todos los rincones del Lamadario. Cuando Luz Nocturna llegó a la cueva, se encontró a William el Alto haciendo
todo lo posible por aparentar valor y fuerza, mientras que Sascha y Petter preparaban una montura. Los niños habían decidido intentar salvar a Katherine por su cuenta a lomos de Kailash. Luz Nocturna sabía que no debía reírse ni burlarse de ellos por intentar aquella misión imposible.Fue junto a Kailash y acarició suavemente sus plumas. El ganso graznó con suavidad y tristeza, y después apoyó la cabeza en el delgado hombro de Luz Nocturna.
ESTÁS LEYENDO
El Hada Reina De Los Dientes
FantasíaTRAS LA ÚLTIMA AVENTURA DE los Guardianes PARECÍA QUE LOS NIÑOS de Santoff Claussen se habían librado para siempre de los planes malévolos de Sombra. Pero tal vez esta calma no sea nada más que una estratagema del pérfido Rey de las Pesadillas para...