Chapter 19

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19. Ayuda del mundo real

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Pov: T/N

Asuna logró dividir ambos territorios con el poder de Stacia. Me acerqué a ella, al ver que se tambaleaba, por suerte llegué a sostenerla antes de que caiga en seco. Justo en ese momento, un pequeño rayo de luz me cegó y cuando levanté la mirada pude observar una luz roja y un ejército de Caballeros apareció, como si se tratase de arte de magia. El número era demasiado exagerante, y temí que fueran del otro mundo, del mundo real —como Asuna lo denominaba—, y que ellos estuviesen del lado de ellos. Retrocedí con Asuna en brazos y me mantuve mi rostro firme.

Ella se puso de pie por si sola y pude ver la confusión en su rostro; eso significaba que Asuna no tenía muy claro qué estaba pasando. Su rostro pareció palidecer por unos momentos y sus labios se entre abrieron. Miré a Eugeo, quien se puso a mi lado con la misma expresión.

—¿De dónde han salido ellos?

—No lo sé, pero... esto no es nada bueno...

El ejército comenzó por atacarnos, pero para mi sorpresa también atacaban a los del reino oscuro. ¿Acaso no tenían un bando? Fue entonces que me preocupe. Blandí mi espada a la par que Asuna y Eugeo, para luego dar impulso e ir atacarlos. Durante la batalla intenté ser veloz en vencerlos con un solo corre vertical y desaparecían como pequeñas partículas.

D

e pronto, el hielo invadió nuestro territorio y a envolverlos en gruesas capas de hielo. Mi mirada recayó en cierto rubio que pude distinguir a lo lejos. Pese haberlos detenido, más comenzaron a llegar, ¿acaso eran infinitos? Me percaté de que mi durabilidad se veía agotada y miré a Asuna. Ella apretaba fuertemente sus dientes, se veía realmente agotada. Por lo cual, me acerqué a ella, quien realizaba el mismo acto.

—¿T/N?

—No te sigas esforzando, Asuna. Ahora déjanos el resto a los Caballeros de la integridad.

—No, T/N. Esas personas, son jugadores del mundo real... ¡De nuestro mundo!

—...Incluso así, si se trata solo de unas decenas de miles de chicos sedientos de
sangre no es suficiente para asustarnos. —Habló la caballero con armadura dorada, llegando a mi lado junto al de ojos verdes.

—Has hecho suficiente, Asuna —le dijo Eugeo —. Deja el resto a nosotros.

—El chico de cabello rubio tiene razón, ahora es nuestro tiempo de brillar —dijo Bercouli con una sonrisa.

Con tan solo ver el número de enemigos presentes. El capitán de los caballeros de la integridad mantenía esa sonrisa despreocupada, realmente era un hombre de admirar. Él elevó su espada al aire, logrando llamar la atención de todos los presentes en el área.

—¡Escuchen bien! ¡Todas las unidades, no dejen que el enemigo de un paso más!

Con coraje y determinación asintieron todos y luchaban. Mantener la misma postura en veces consecutivas comenzaba a bajar mi durabilidad, ni siquiera tenía el tiempo para dar un respiro o detenerme. Fue hasta que sentía como aquellas lanza de acero intentaban penetrar en mi armadura. Aprete mis dientes y di un giro brusco para poder ir directo a una zona en donde directamente baja al instante la durabilidad, y esas eran en las partes vitales.

Tu melodía en mi corazón ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora