Chapter 28

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28. Lazos de amor

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Pov: Omnisciente

Después de que Kirito se fue, su madre llegó. Ella un poco estresada se sentó en el sofá. T/N quiso preguntarle qué sucedía, pero temía que por su mal genio se creara otro conflicto. La de cabello castaño se sentó a un lado de ella, esperando a que ella fuera la primera en sacarle plática, pero cuando estuvo apunto de rendirse; ella habló:

—Hoy conocí a un joven, era encantador y bastante educado. Me gustaría que lo conocieras y tal vez verse de vez en cuando para charlar y conocerse...

—Mamá, yo...

—... de esa manera, aseguras que sea tu futuro esposo y podrás vivir sin preocupaciones y estar a alguien de tu altura...

—Mamá...

—... sé que te gustará porque...

—¡Mamá! —gritó, llamando su atención, para después moderar su voz y suspirar —. Estoy enamorada de Eugeo. 

—¡Tu novio es un robot! —soltó —. No es un ser humano, T/N. Aunque sea igual a nosotros él...

—Es más humano que nosotros —intervino ella —. Te lo dije desde el primer momento, ya he tomado mi decisión. No soportaría estar con alguien que no fuera él. Asuna también se siente así, lo sé porque ella misma me lo ha contado, pero ahora todo el soporte ¿lo tengo que cargar yo?

No quiero que seas como tu hermana. Quiero lo mejor para tí.

—No quiero ser un ave enjaulada a tus fantasías. El que ame a Eugeo, no significa que deje de estudiar y tampoco vivir de forma miserable.

Una sola palabra fue y con esa, una reacción ocasionó. Kyouko había abofeteado a su hija, ella tenía la mejilla ligeramente Roja por el impacto. Sus ojos estaban desorbitados al ver lo que había hecho.

—Yo...

Miserable..., era una palabra que le causaba repudio y huía de ella. Recordó su vida adolescente y todo lo que ella quería obtener; quería salir de una familia de clase baja, nada comparado con su vida actual. Y al mirar a su hija, se preguntó si había cometido un error, si era consciente de sus propias palabras e impulsos. Y, si en verdad escogía bien su ruta.

Durante muchos años, por ser la menor, tenía más expectativas. Por supuesto que ella admiraba el esfuerzo que la joven Yuuki hacia y cuanto se esmeraba; no obstante, pareció que se había olvidado de algo importante y por primera vez, la mirada vulnerable y vacía ya no estaba presente en los ojos de la menor. Sino eran feroces y fuertes. Una y otra vez comparaba su silueta con un antes y después de entrar a ese mundo; su hija había cambiado sin que ella se hubiese dado cuenta. Y se dio cuenta del peor error que había cometido, era cierto que en ocasiones era fría, distante e incluso impulsiva cuando todo se salía de control, pero hasta ese momento, se dio cuenta de algo.

—Yo... —ella tartamudeaba y se alejaba lentamente mientras sostenía su mano —... no quería... no... Nunca fue mi intención hacerte daño.

Detrás de esa barrera, en lo profundo, le dolió aquella bofetada.

—Yo solo quiero que ustedes tengan una vida mejor —habló ella —, que tengan una vida plena y segura en donde no les haga falta nada.

—Quieres que tengamos la vida que no tuviste en tu juventud, ¿verdad?

Tu melodía en mi corazón ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora