Capítulo 1

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<<¿Dónde esta?>>

Nocturno sospechaba que podría estar muerto, excepto que todo le dolía mucho. La oscuridad presionaba sus ojos cada vez que intentaba abrirlos. Le dolían la nariz y la garganta de una manera feroz y en carne viva, como si se las hubieran raspado con una cola de cocodrilo.

<<¿Esta bien?>>

No recordaba lo que había soñado y lo que era real, tal vez todavía estaba debajo de la montaña. Quizás sus amigos nunca habían intentado escapar de sus guardianes. Tal vez se trataba de una larga pesadilla que había comenzado con la amenaza de la visita de Oráculo.

Pero Nocturno estaba seguro de que podía recordar al gran Ala Nocturna llevándoselo a algún lado. Hubo una conferencia sobre cómo "Los Alas Nocturnas tienen una reputación que mantener" y "Los Alas Nocturnas son líderes naturales" y "debes hacer que los demás te respeten, te teman y te sigan, o serás la mayor decepción que haya producido nuestra tribu". .. Nocturno no podría haber hecho eso con su propio cerebro. Todo eso fue real.

Se acurrucó sobre su costado y sintió rocas irregulares presionando sus escamas. ¿Era real el palacio Ala Celeste? Los dragonets siendo capturados incluso antes de que probaran la luz del sol. La prisión en la torre de roca. La arenisca de la Arena, horriblemente ardiente, que olía a sangre y terror. El deleite de la reina Escarlata por capturarlo, un verdadero Ala Nocturna en el mundo, y sus planes para hacerlo pelear, y la emoción por la perspectiva de verlo morir.

No, eso tenía que ser real, porque Nocturno recordaba haber sido "rescatado" por los Alas Nocturnas. Recordó haber visto a sus amigos convertirse en pequeños puntos debajo de él, azules, marrones y brillantes, y supo que era real porque se sintió muy parecido a esta sensación: como si fuera un pergamino rasgado por la mitad para que ninguna de las palabras tuviera sentido.

<<¿Volveré a verla alguna vez?>>

<<Espero que ella no esté aquí. Espero que esté a salvo en algún lugar.>>

-Creo que algo anda mal con él-

¿Eso era una voz?

Trató de escuchar, pero sus sueños lo arrastraron de nuevo.

Era otro sermón de Oráculo. Era esencial para Nocturno ser el líder de los dragonets; "todo dependía de él". Un nuevo orden: <<debía convencer a los demás para que elijan a Ampolla como la próxima reina de los Alas Arenosas>>.

-Quizás lo mataron por accidente. Eso estaría bien. Tal vez consiga estar en la profecía en su lugar-.

-No creo que sea así como funciona, Fauces-.

Y luego estaba el Reino del Mar. Nadie lo escuchaba, no podía guiar a nadie. Sus amigos prácticamente se rieron de él cuando trató de apoyar a Ampolla.

Otra prisión; otro escape donde Nocturno no hizo casi nada para ayudar. Y luego la selva tropical y los extraños túneles antinaturales: uno al Reino de Arena y otro, aparentemente, al hogar secreto de los Alas Nocturnas. Ese que Nocturno recordaba.

Recordó haberlo mirado fijamente: el agujero oscuro en el árbol que conducía a un hogar que nunca había visto.

-Apuesto a que se despertaría si lo mordiera-.

-Apuesto a que Oráculo te arrojaría al volcán si encontrara marcas de dientes en su mascota de la profecía-.

-¡Apuesto a que mi mamá lo invitaría a almorzar si lo intentara!-

Definitivamente estaba escuchando voces, voces desconocidas, muy cerca.

El recuerdo de la selva tropical se estaba difuminando. Nocturno trató de fijar su mente en eso, en esos últimos momentos, protegiendo el túnel para que los Alas Nocturnas no vinieran y atacaran a los Alas Lluviosas. ¿Qué ha pasado?

Alas de Fuego: El Secreto OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora