Alas de Fuego: El Secreto Oscuro

Capítulo 5

Tenia sentido. Profecía tenía poderes y Nocturno no. No había seguido las órdenes de Oráculo más de una vez. Era un Ala Nocturna inútil y un dragonet inútil del destino.

-Wow-, dijo Profecía, finalmente notando su expresión. -Te ves como si alguien acabara de comerse tu única morsa. ¿Estás bien?-

-Yo...- comenzó Nocturno. -Solo pensaba...-

Dieron la vuelta a una curva del túnel y casi pisaron la cola del Oráculo. Les dio una mirada que cerró la boca de Nocturno rápidamente.

Profecía, sin embargo, no se dejó intimidar.

-Laboratorios-, leyó en la puerta frente a ellos. -Oooo, ¿Qué significa eso?-

-Significa no tocar nada-, dijo Oráculo con gravedad. -Estamos aquí para que Nocturno pueda conocer a su padre. Si tenemos mucha mala suerte, tendrá tiempo para darnos un recorrido por todos los experimentos en los que está trabajando-. Siseó. -Terminemos con esto.-

La puerta se abrió para revelar una habitación enorme, más iluminada y más limpia que cualquier otra parte de la fortaleza que Nocturno había visto. Estaban de pie en un balcón; había un nivel por encima de ellos y un nivel por debajo de ellos, y una red entrecruzada de extrañas tuberías que se extendían por el espacio frente a ellos.

-¡No, no!- gritó una voz. Un dragón negro delgado como un látigo bajó del nivel superior y se cernió frente a ellos. Llevaba un casco extraño sobre toda la cabeza, con solo unos pocos agujeros pequeños para que pudiera verlo, <<como la pantalla del consejo de la reina>>, pensó Nocturno. -¡No debo ser interrumpido! ¡Este experimento se encuentra en un momento crítico! ¡Y Grandeza dice que podría cerrarme el experimento en cualquier momento! ¡Todos, por favor, iros!- Agitó sus alas y garras delanteras hacia ellos.

-Genio,- dijo fríamente Oráculo. -Parece que tenías razón todo el tiempo. El dragón del huevo de Previsora es aparentemente tu hijo, y ahora está aquí, así que lo he traído para que te conozca-.

Nocturno se tensó, esperando que el otro dragón se encogiera de hombros y los ahuyentara.

Pero en lugar de eso, Genio levanto el brazo y se quitó el casco, revelando un hocico marcado con pequeñas cicatrices y curiosos ojos inyectados en sangre.

-¿Mi hijo?- Dijo, y Nocturno sintió un escalofrío de felicidad ante el tono de asombro en su voz. Genio aterrizó en el balcón junto a ellos, dejó su casco en el suelo y tomó los hombros de Nocturno con sus garras. -Tres lunas-, dijo. -Qué hermoso dragonet. Se parece a mí; Sabía que lo haría. Como sospechaba, esta línea de la mandíbula es genéticamente dominante-. Hizo un gesto hacia el mismo lugar donde el tenia la marca y en Nocturno. -Ah, y sí, mira la forma en que las escamas de las estrellas en nuestras alas se proyectan hacia afuera, como un chorro de agua, mientras que las de Oráculo, por ejemplo, se enrollan hacia adentro, más como una concha de caracol-. Ensanchó una de sus alas y luego alcanzó la de Oráculo, pero el Ala Nocturna más grande lo rechazó con un gruñido. -Todo son teorías en este punto, por supuesto-, dijo Genio, y Nocturno se encontró sonriendo a la sonrisa de su padre. -Naturalmente, un conjunto de datos más grande sería esencial para probar cualquier cosa, pero uno es mucho mejor que ninguno; completamente maravilloso, de hecho, especialmente comparado con la mayor parte del resto de la tribu. Incluyéndote a ti mismo, ¿verdad, Oráculo? ¿Todavía no hay dragonets?-

El rostro de Oráculo indicó que no tenía la intención de ennoblecer eso con una respuesta.

-Pero tengo un hijo-, dijo Genio con orgullo. -¡"Yo", de todos los dragones! ¡Vamos ha ver como Aleteo se ríe ahora! Solo espera hasta que todos vean a mi hermosa descendencia-. Volvió a golpear el hombro de Nocturno. -¡Tan fuerte y saludable! Puedes ser el asistente que estaba buscando. ¿En que estas interesado, hijo?-