El viento del océano se apoderó de las ramas de los árboles y las sacudió ferozmente.
Nocturno clavó sus garras en el suelo.
No era que se hubiera olvidado de preguntarse quiénes eran sus padres, era más que estaba aterrorizado al escuchar la respuesta. Un padre como Oráculo o Venganza, o una madre como Grandeza o Fauces... tal vez sería mejor no saberlo nunca, en lugar de que sus sueños se encontraran con la inevitable realidad espantosa.
Pero de repente, la idea de que un dragón de verdad, en algún lugar de esta isla, estuviera conectado con él y pudiera preocuparse por él, fue casi insoportable.
<<Es de lo que Sol y yo siempre hablábamos: encontrar a nuestros padres>>.
-Mi padre-, susurró. -¿No sabías quién era antes?-
-Había algunas pocas posibilidades-, dijo Oráculo con gravedad. -Pero solo otro dragón que conozco habla como tú-.
<<Habla como yo>>.
-Bueno, esto está garantizado que lo hará aún más insoportable-, murmuró Oráculo, triturando el otro ala de albatros y metiéndose trozos de carne en la boca. -Ha estado afirmando que era su huevo durante los últimos seis años-.
-¿Puedo conocerlo?- preguntó Nocturno.
-Oh, no hay forma de que no llegues a conocerlo-. La cola de Oráculo se movió. -Me sorprende que no te haya localizado en el momento en que te arrastraron. Debe estar en medio de otro gran experimento. Con la nariz metida en sus pergaminos... probablemente ni siquiera se haya dado cuenta de que estamos a punto de ir a la guerra-.
<<Quiere conocerme. Me ha estado buscando>>.
-¿Y mi madre?- Preguntó Nocturno. -¿Podría, podría conocerla?-
-No-, dijo Oráculo, quitándose una pluma de la lengua. -Muerta. Murió hace unos años-.
-Oh.- Nocturno no entendió la ola de tristeza que pareció golpearlo en el pecho. No la conocía. Ella había aceptado entregar su huevo por la profecía, por lo que no podría haber estado muy apegada a él. Probablemente era tan mala como Coral o la madre de Cieno.
<<Calma>>.
-¿Cómo murió ella?- Nocturno trató de no mirar el lío que Oráculo estaba haciendo con el albatros. Desierto y Rapaz siempre habían insistido en los estrictos modales en la mesa y la limpieza, ya que todos estaban atrapados bajo la montaña juntos, en unas pocas cuevas sin ningún lugar a donde escapar si alguien se comía a sus presas de una manera ruidosa y molesta.
-Se involucró en una batalla, trató de ayudar a un Ala Marina que había sido atacado por dos Alas Celestes-. Oráculo gruñó. -Idiota. Entonces, obviamente, no obtuviste ese cerebro de ella-. Entrecerró los ojos hacia Nocturno y agitó uno de los huesos de pájaro hacia él. -Suficiente. Tengo preguntas para ti-.
-De verdad, no sé nada-, dijo Nocturno apresuradamente.
-¿Qué tan peligrosa es esa Ala Lluviosa?- Preguntó Oráculo, ignorándolo. -Nuestros estudios indican que la mayoría de los Alas Lluviosas solo se preocupan por ellos mismos y prefieren que todo sea fácil. ¿Es así de preciso?-
Nocturno asintió. Realmente no quería traicionar a Gloria de ninguna manera. Pero no podía pensar en una manera de evitar las preguntas de Oráculo o mentirle cuando estaba seguro de que Oráculo leería la verdad en su mente.
Para su sorpresa, Oráculo relajó los hombros. -Eso es lo que pensaba-, dijo. -Así que tal vez no hagan nada. Quizás se den la vuelta y se vuelvan a dormir-.
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Alas de Fuego: El Secreto Oscuro
AventuraLa exitosa saga ALAS DE FUEGO del New York Times vuela a la misteriosa tierra de los Alas Nocturnas, donde Nocturno debe enfrentarse a una terrible elección: ¿Su tribu o sus amigos? En las sombras, se están elaborando problemas... Los misteriosos Al...