Capítulo 6

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Los hizo salir por la puerta y la cerró con llave, luego se deNocturno tuvo suerte de que su estómago estuviera vacío; se movía peligrosamente, y tuvo que cubrirse los ojos y respirar profundamente antes de poder hablar de nuevo.

La Ala Lluviosa era del triste color gris de las cadenas que habían atado a Nocturno en el Reino Celeste, la primera vez que lo separaron de Sol. Ella se dejó caer contra la pared, sus alas extendidas y aseguradas en su lugar. Cuando pudo mirar de nuevo, vio que lo que había pensado que eran alfileres eran en realidad abrazaderas, manteniéndola donde estaba, pero no atravesando sus alas como había pensado al principio.

<<Nada de esto esta bien>>

-¿Qué le estás haciendo?- Gritó Profecía. Corrió a la habitación y levantó suavemente el hocico de la Ala Lluviosa con sus garras. La dragona atrapada apenas respondió.

-Esta está hecha por el día-, dijo Genio. -Estábamos haciendo pruebas para ver si se quedaban sin veneno en algún momento, si lo disparaban durante el tiempo suficiente, pero se desmayó antes de que pudiéramos obtener datos realmente útiles-.

-Necesita agua-,dijo Profecía, mirando alrededor de la habitación y luego mirando directamente a Nocturno.

Vaciló, recordando de nuevo a Fjord y Cocodrila. Si esta dragona de repente les rociaba veneno, no la culparía, pero no quería interponerse en el camino cuando sucediera.

-Nocturno-, dijo Profecía, y el tono de su voz le recordó tanto a Sol que no pudo decirle que no.

-Cogeré algo-. Voló hasta una de las tuberías de la máquina desalinizadora, donde antes había visto un grifo, encontró un caldero vacío que olía a limpio y lo llenó.

Profecía tenía una de las alas de la prisionera soltada para cuando Nocturno regresó. Genio estaba en la puerta, mirando a través de los agujeros de su casco pero sin interferir ni ayudar. Era difícil saber lo que estaba pensando con el rostro completamente oculto.

Nocturno pasó rozando a su lado y dejó el caldero, luego soltó la otra ala de la dragona. Se desplomó hacia adelante tan repentinamente que tanto Profecía como Nocturno casi fueron derribados, pero lograron atraparla y colocar sus alas sobre sus hombros. Profecía levantó el caldero y la Ala Lluviosa revivió lo suficiente como para beber un poco.

-¿Cuál es tu nombre?- Nocturno le preguntó.

Ella tosió y lo miró de reojo. -Ningún Ala Nocturna ha preguntado mi nombre antes-, susurró con voz ronca. -Es Orquídea-.

-¡Oh!- Nocturno jadeó, luego cerró la boca rápidamente y miró hacia la puerta.

Genio estaba inclinado hacia el pasillo, gritando, -¡Aleteo! Aleteo, idiota, ¡ven aquí!-

-Manglar te está buscando-, susurró Nocturno apresuradamente. -No se ha rendido. Él estará aquí para rescatarte pronto-.

Profecía lo miró como si se hubiera quitado las escamas y hubiera revelado un hipopótamo debajo. Pero Orquídea levantó la cabeza, sus ojos llenos de esperanza. Un rosa tenue se extendió sobre ella, comenzando en su pecho y deslizándose hacia las puntas de sus alas.

-Pronto-, dijo en voz baja. -Entonces puedo esperar hasta que él venga-.

<<Espero que sea pronto>>, pensó Nocturno. <<Espero que no muera en su camino hacia aquí. Espero que Gloria también sobreviva. Espero que mis amigos estén planeando rescatarme también>>.

La expresión de Profecía era de diez tipos de confusión. Inclinó la cabeza como si estuviera escuchando, y Nocturno se dio cuenta con una sacudida de pánico que había estado teniendo varios pensamientos descuidados desde que comenzaron esa parte del tour. Se había olvidado, <<¿Cómo podría olvidarlo?>> preocuparse por que le lean la mente.

Alas de Fuego: El Secreto OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora