Martes

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Marceline había estado actuando de forma muy rara desde que llegó ayer de ir a pasar a buscar "ese algo" y luego regresar al apartamento. Quiero decir;

Anoche había perdido el apetito (prefirió irse a dormir sin cenar nada, según ella porque estaba un poco mala del estómago), se había levantado en mitad de la madrugada para volver a echar otro vómito (aunque pensara que no lo supiera porque había fingido hacerme la dormida) y había dejado de fumar como solía hacerlo cada noche desde la ventana de mi cuarto antes de ir a acostarse conmigo.

Esos no podían ser los síntomas de un simple dolor de estómago...¿O si? La cuestión es que en lugar de ayudar a disipar mis sospechas sobre ella, solo consiguió que aumentaran más. Sobre todo cuando, cada vez que intentaba sacarle el tema, lo evitaba constantemente saltando a otro totalmente diferente.

Siempre había odiado la sensación de que me estuvieran ocultando algo, pero si venía de ella, podía llegar a odiarlo hasta 100 veces más. Supuestamente podía confiar en ella... Pero ya no sabía exactamente hasta qué punto.

-Oye Bonnie, cariño, ¿Me puedes esperar? Tengo que ir al lavabo-Me dijo con algo de apuro en su tono, mientras esperábamos a que el ascensor de la empresa llegara para que nos llevara a nuestra respectiva oficina-Ya vuelvo-. Intenté decir algo en respuesta pero se marchó antes de que pudiera. 

Un par de segundos después, el ascensor había llegado. 

Me había pedido que la esperase, sí, ya sé... Pero decidí por esta vez entrar y subir yo sola para llegar primera y así poder ponerme a investigar un poco sobre su lado de la oficina cualquier cosa que pudiera llegar a darme los indicios que necesitaba sobre lo que sea que le estuviera pasando y que no quería contarme. Quizá y con suerte, en alguno de esos despistes suyos, podría llegar a encontrar algo sobre su mesa de trabajo, cualquier información que me fuera de utilidad que no había conseguido encontrar en el departamento en el que nos alojábamos; Había documentos, papeles, recetas médicas...

¿Un test de embarazo? 

Abrí uno de sus cajones y lo primero con lo que me encontré fue con ese objeto tan fuera de lugar en un sitio como este.

Y estaba usado... Y marcaba positivo.

(...)

-Bonnie, ¡Te dije que me espera...!-Mi corazón empezó a latir con rapidez al verla con mi test de embarazo en sus manos-No...No es lo que parece-Intenté pronunciar, en un tono mucho más bajo que el anterior y a modo de disculpas-. 

Ella se limitó a volver a agarrar su bolso y acto seguido a arrojar el test con fuerza hacia mi cara, que consiguió dar en el blanco...Antes de añadir:

-Renuncio-Y al pasar por mi lado, agregó-Y llévate todas tus cosas de mi apartamento hoy mismo-. Recogí el test que me había lanzado e intenté detenerla antes de que se fuera:

-Bonnie, espera, ¡Te acabo de decir que no es lo que crees!-. Pero fue inútil, no tenía ni las más mínimas intenciones de escucharme y yo no quería ser quien empezara a armar un numerito frente a los guardas de seguridad de la empresa de mi padre, quiénes ya me habían empezado a echar un par de miraditas a lo "poker face".

Así que dejé que se marchara.

Mierda, ¿Porqué tenía que haberse puesto a revisar mis cosas? ¿Tanto desconfiaba de mí? Pensaba que lo estaba llevando con la mayor cautela posible, incluso aunque a veces quisiera sacarme el tema...¿Pero cómo iba a decirle que estaba embarazada? Si conociéndola, sabía que hubiera terminado reaccionando así. 

Nunca había querido tener que darle motivos para que empezara a desconfiar de mí, pero éste se había convertido en un tema demasiado delicado para mí y ahora ya no había vuelta atrás.

Ahora, tan solo me quedaba tener que contarle toda la verdad y nada más que la verdad...

(...)

Embarazada es lo último que se me hubiera pasado por la cabeza con lo que pensé que me iba a encontrar. 

Quiero decir, en un pequeño porcentaje de todas esas sospechas mías, esa posibilidad siempre había estado en mi cabeza...Pero que se terminara haciendo realidad sabía que era la opción que menos iba a poder soportar y aceptar de ella.

Así que, lo primero que hice al llegar a mi apartamento, fue empezar a tirar todas las cosas de Marceline con fuerza hacia el suelo; Algunas incluso (las más delicadas) comenzaron a romperse frente el choque que les encestaba. 

Estaba furiosa, con rabia y confundida al mismo tiempo. No recuerdo haberme sentido tan miserable en toda mi vida como lo estaba ahora mismo. Y la peor parte era que no podía saber si le había dado positivo por ponerme el cuerno a escondidas... O por lo de Ash, cuando ella me había asegurado desde sus propias palabras que, había creído, que no lo había dejado.


Entonces, minutos después, empecé a escuchar como unas llaves comenzaron a abrir la puerta de mi casa. 

Verle la cara es lo que menos deseaba en este preciso instante, pero es cierto que, por otra parte, le había pedido que se llevara todas sus cosas hoy mismo...O por lo menos, lo que quedara de ellas.

(...)

No pude evitar abrir la boca al ver la caótica sala con la que me había encontrado tras abrir de par en par la puerta de entrada del apartamento de mi novia...Si es que lo seguía siendo.

-¿Bonnie, estás?-Intenté buscarla con la mirada-¿Qué es lo que ha...?-.

-Esas son tus cosas-Apareció de repente desde la puerta de su cuarto, acercándose hacia mí, pero manteniendo la notable distancia que nos separaba la de una de la otra-Solo te he facilitado el trabajo-. 

La miré, sin saber en realidad qué cara debía poner para hacerla entrar en razón y que escuchara mi versión de los hechos.

-Oye...-.

-No-Me frenó, con firmeza-No quiero escucharte, solo recoge tus cosas y vete-.

-Pero-Insistí-.

-Marceline, me da igual si estás embarazada por ponerme el cuerno o por mentirme con lo de Ash, de las dos formas me has engañado-Se aceleró en comentar-Así que vete y no vuelvas más-. Inevitable al escuchar aquellas palabras tan duras salir de su boca, una parte de mi corazón se empezó a quebrar. 

Porque tenía razón, no había nada que pudiera decirle para contra-arrestar lo que me acababa de decir. 

Pero, sin embargo, sí que había algo que podía, (por lo menos), aliviar un poquito más todo el dolor que podría haberle llegado a ocasionar.

-Voy a abortar-Intenté continuar en un tono más calmado-Mañana mismo iré a una clínica...Y tienes razón, te mentí-Intenté encontrar algo de compasión en su mirada, sin resultados-Ash fue quien me hizo esto...Y estaba asustada de que lo supieras-. 

Ella cambió su expresión a una que denotaba que no llegó a entender del todo bien mis últimas palabras, así que aclaré:

-Bonnie, te amo-Estaba dispuesta a ser lo más honesta posible con ella esta vez-Y no quería perderte, no quiero perderte...Nunca-Le confesé-Siento haberte mentido, pero por favor, no me pidas que me vaya-Deposité mis ojos en ella una vez más, casi sacando mi alma a través de la mirada que le estaba ofreciendo-Porque sin ti mi vida ya no volvería a ser la misma...Y sé que también piensas que la tuya tampoco-.

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