Ona.
Al entrar en la discoteca me vino ese olor característico. Olor a alcohol, sudor y tabaco. Olor a fiesta de jóvenes de hoy en día. Aún así, yo estaba allí así que poco es lo que puedo hablar.
Mis amigas y yo empezamos a caminar para adentrarnos más en el local. Esta vez en lugar de ir a un pub tranquilito, habíamos ido a una discoteca y ya me estaba arrepintiendo porque la cantidad de gente que había ahí dentro no era normal. Y lo peor de todo es que me habían cobrado veinte euros por entrar. Me sentía un poco robada la verdad.
—¡Vamos a la barra! —nos gritó Judith para que pudiéramos oírla. Ella iba delante nuestra así que era ella quien nos guiaba.
—¡Joder! —gritó Selena y yo me asusté.
—¿Qué pasa? —le pregunté alzando la voz.
—Que un tío de dos metros me ha pisado el pie y no sabes el daño que me ha hecho.
—¿Estás bien?
—Si, ahora si.
—Pues bienvenida a una discoteca tía, que nunca sales de fiesta —le dijo Judith una vez estábamos en la barra.
—Ir a discotecas está sobrevalorado —le respondió Selena—. ¿Sabes lo agobiante que es esto?
—Ya pero al menos ponen temazos —intervine sonriendo.
—Eso es verdad —dijo Judith—. Bueno, ¿que nos pedimos?
—A mí me da igual. Sabéis que yo no soy muy fan del alcohol —Selena nos miró.
—Si, a mí también me da igual. Judith mejor que pidas tú.
—¡Vale!
—Pero no te pases eh —mi otra amiga le señaló con el dedo en modo de advertencia—. No quiero que ninguna de vosotras dos acabe vomitando por cualquier rincón o cieguísima por qué os juro que os mato. Tenemos que llegar sanas y salvas y hay que pedir un taxi y...
—¡Vale mamá! —le gritó Judith poniéndole una mano en su boca para que se callara—. Disfruta de la noche mujer, que estamos en verano y tú pareces una abuela.
—Gracias, hombre.
—Judith pide ya las bebidas anda que parecéis dos crías —le dije riendo.
Saqué mi móvil mientras Judith le hablaba a la camarera. Selena estaba mirando a su alrededor con una mueca. Sabía que esto no era mucho de su estilo y el mío más o menos. Prefiero quedarme en casa pero salir de fiesta nunca le hace mal a nadie y a veces había que divertirse de alguna forma diferente. Seguro que un par de copas y ya estaba perreando hasta el suelo.
Mi amiga nos ofreció las dos copas. Tenían un color anaranjado pero tenía buena pinta. Lo probé y abrí mucho los ojos. Estaba buenísimo.
—¿Qué has pedido? Me encanta —volví a dar un sorbo.
—Sex on the beach —me dijo—. ¿A que es el mejor cóctel que has probado en tu vida?
—Está muy bueno —dijo Selena y sonrió.
—¡Venga, ahora vamos allí a bailar! —Judith nos hizo reír y las tres caminamos hacia donde había más ambiente.
Esta vez si que me lo estaba pasando bien. Me sentía sexy y empoderada mientras bailaba como quería al ritmo de la musica. Reía y sonreía mientras el alcohol circulaba por mis venas. Selena también estaba bailando como yo y Judith ya era un caso a parte teniendo en cuenta que siempre hacía tonterías. Luego se preguntaba que por qué no ligaba en las discotecas.
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Demuéstrame amor | Pedri González
FanficOna Márquez y sus dos amigas deciden irse de viaje a Tenerife para celebrar que han terminado su segundo año de carrera. Durante ese viaje conecta con un futbolista que vive en su ciudad llamado Pedri González. Pero no todo sale tal como ellos desea...