Demuéstrame amor | Pedri González

22: Te quiero y lo sabes

Pedri.

Cuando oí el pitido del árbitro que indicaba el final, me levanté del banquillo sonriendo. Escuchaba a los aficionados celebrarlo. Era un amistoso pero seguía siendo un clásico y eso la gente lo sabía.

Habíamos ganado 1-0 y ahora me había acercado al campo para saludarles a los jugadores del Real Madrid con una palmada y decirles "Bien jugado". En la primera parte había habido una pequeña pelea entre Araujo y Rudiger pero nada importante así que ya estaba todo solucionado.

Volví al banquillo donde estaban Ansu y Lydia.

—Venga va, ves a ducharte que estáis todos sudados —me dijo Lydia.

—Voy voy, ¿tú vas al hotel?

—Si, allí todavía tengo que hacer algunas cosas.

—Yo cuando volvamos me iré directo a mi habitación a dormir porque estoy cansado.

—Vale, pues ya nos vemos mañana —me sonrió Lydia levantándose de su silla del banquillo.

Ella al ser una de las psicólogas, se podía sentar con nosotros ahí ya que podía actuar cuando alguno se pusiera muy nervioso aunque en estos partidos no era el caso porque eran todos amistosos.

Después de despedirme de ella con un abrazo me fui directo al vestuario a ducharme. Algunos de mis compañeros, por no decir casi todos, ya estaban allí. Así que entré directamente a una de las duchas desnudándome y quedarme debajo del agua para relajarme.

Después de ducharme salí con una toalla y me cambié con un chándal normalito y cómodo. No tenía pensado cenar, porque no tenía nada de hambre y necesitaba irme directo a mi habitación del hotel nada más llegar. Eso fue lo que hice, me despedí de mis compañeros que alguno de ellos iban a hacer lo mismo que yo y algunos de iban a quedar para cenar alguna cosa rápido.

En mi habitación, me puse el pijama y me tire a la cama con mi móvil. Vi que Lydia me había enviado un mensaje así que me metí para verlo.

Lydia

Pedri, mañana no podré tener sesión contigo porque me encuentro un poco mal de la cabeza. Si se me pasa te lo diré pero de momento nada.

Valeee Lydia, mejórate❤️

Me pareció un poco raro eso ya que antes estaba perfectamente en el partido. Si que es verdad que cuando ya se iba haciendo de noche hacía un poco más de frío y puede que sea por eso. Aún así no le di mucha importancia y dejé mi móvil cargando en la mesita de noche para luego taparme con la sábana y caer rendido en un sueño.

•••

Me había despertado hace más o menos media hora y ya me había vestido para bajar a desayunar donde estaban algunos de mis compañeros. Nuestro siguiente partido era contra la Juventus en Dallas y era dentro de tres días así que teníamos que seguir entrenando a tope.

—Dios que hambre tengo —dije nada más sentarme en la mesa en la que estaban Balde, Pablo Torre y Gavi.

—¿Ayer no cenaste? —me preguntó Pablo.

—Que va, me fui a dormir directo. Estaba cansado —di un sorbo a mi zumo de naranja. En el plato me había puesto dos tostadas con jamón y queso y un bol de fruta. Si, teníamos que desayunar bien para estar activos.

—¿Sabes que van diciendo por ahí que tú y Lydia estáis enrollados?

Casi me atraganto con la tostada cuando escuché salir esa frase de la boca de Balde.