Demuéstrame amor | Pedri González

29: Quien se fue a Sevilla perdió su silla

Ona.

En el momento que escuché el inicio de la canción que estaba a punto de sonar, sonreí. "Danza Kuduro" siempre había sido de mis canciones favoritas y nada más escucharla me ponía de buen humor.

Empecé a cantarla entre la gente que había allí. La mayoría eran amigos de Gavi así que no conocía a nadie pero entre Luna, Adriana y yo nos las apañábamos. Luna me había presentado a Adriana nada más había llegado, nos habíamos llevado muy bien. Ella era la novia de Nico, una chica físicamente bajita, castaña y muy guapa con los ojos marrones. Era maja y extrovertida, más o menos al igual que yo pero ella un poco más.

—Perdón, chicas, ¿sabéis donde están Gavi y Pedri? —Aurora la hermana de Gavi, se nos había acercado, bueno, en especial a mí.

—Pedri estaba sentado en el sofá con Ansu y Ferran. Gavi no tengo ni idea —le respondí.

—Gracias Ona. Por cierto, estás guapísima, que lo sepas.

—Gracias —le sonreí un poco sorprendida. Siempre me alegraba cuando me decían eso y que te lo diga una persona que no conoces mucho, es aún mejor—. Tú también estás muy guapa.

Aurora me sonrió y se fue con su vaso de alcohol en la mano hacia otro sitio. Seguí disfrutando de la canción junto con Luna y Adriana que en este momento estaban bailando juntas.

No se cuánto tiempo estuvimos bailando pero juro que escuché bastantes canciones. Sabía que Pedri no me había quitado la mirada de encima y a mí me encantaba provocarle, por eso de vez en cuando le miraba de reojo para que se pusiera aún más nervioso. Me encantaba tener ese poder sobre él y estaba deseando acercarme y besarle hasta que no me quedase respiración en ese momento.

—Buf, he acabado sudando y todo —nos dijo Adriana tocándose la frente.

—Yo igual, esto de bailar cansa bastante —concordó Luna.

—¿Volvemos con los chicos? —les dije. Ellas asintieron y yo aproveché para beber de mi vaso otra vez que no sé cómo no se me había caído bailando.

—Oye, ¿y Sira no quería bailar? —preguntó Adriana mirándonos a las dos mientras caminábamos para deshacernos de la multitud.

—No sé, se lo he preguntado pero me ha dicho que igual venía más tarde. Sabes que lo suyo no son las fiestas.

—¿No le gustan? —cuestioné.

—Si pero a veces se agobia, prefiere quedarse en casa o cenar en algún sitio tranquilo.

Al llegar a la zona de los sofás, vimos que estaban sentados Pedri, Ansu, Ferran, Nico y Sira hablando. Ellos en cuanto nos vieron nos hicieron un hueco para sentarnos. Yo me senté al lado de Pedri en el sofá.

—¿Te ha cansado mover tanto el culo? —me preguntó riendo.

—No lo sabes tú bien —bromeé.

Pedri se empezó a reír y me robó mi vaso de nuevo para beber yo le miré con el ceño fruncido.

—No me robes mi bebida. ¿Quieres que te traiga uno?

—Prefiero tomar del tuyo, la verdad.

—¿Prefieres tomártelo con mis babas del vaso?

—Que va, tus babas las pruebo cada vez que te beso —se acercó para darme un beso en la boca—, y saben genial —dijo cuando nos separamos.

—Eres un cerdo, que lo sepas —le murmuré riendo.

—Chicos, ¿jugamos a algo? —preguntó Balde interrumpiendo las conversaciones de todos.

—¿A qué quieres jugar? Siempre acabamos jugando al "yo nunca"... —intervino mi novio.