Capítulo 30

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Abro lentamente los ojos fijando la mirada en el techo de mi habitación

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Abro lentamente los ojos fijando la mirada en el techo de mi habitación. Pestañeo. Saboreo mis labios. Me desperezo algo sonriente palpando hacia mi lado izquierdo de la cama. Me siento abruptamente puesto que me doy cuenta de que Jhanahy no está aquí.

Me pongo de pie a prisas para coger mi ropa interior y así ponérmela. Corro hacia el pasillo. Bajo por las escaleras saltándome algunos escalones. No me detengo hasta salir por la puerta principal quedándome en el porche.

Veo un taxi que ya ha atravesado el portón de acero y se aleja.

Mierda. ¿Se ha ido? ¿Es en serio? De nuevo... ¡¿se ha ido?!

Presiono ambos extremos de mi cabeza mientras me inclino hacia enfrente tratando de inspirar para así mantener la compostura, pero es en vano.

¿Qué he hecho? ¡¿Qué mierda he hecho?!

Seguramente Jhanahy ha escuchado mi conversación telefónica. Mierda. Creí tontamente que ella todavía dormía.

¿Por qué justamente ahora? ¿Por qué Nathalie tenía que llamarme cuando estaba en la cama con Jhanahy?

Aparte de todo, ¿cómo mierda ha conseguido mi número de móvil si nunca se lo di?

Ya recuerdo. Fue esa vez, cuando dejó su dispositivo en mi habitación y regresó por él dos horas después. Lo hice sonar porque no podíamos encontrarlo.

En esa ocasión supuse que Nathalie siempre supo dónde se hallaba dicho aparato, y que hizo todo esto para obtener lo que a nadie nunca le doy, o sea; mi número de contacto.

Claro, Bella y Bianca han sido hasta el momento la excepción, pero con la primera esto se dio por Shachi y con la segunda por mi aprecio para con Nonna De Santis.

Lidiar con mujeres nunca ha sido mi fuerte. Y siempre evito hacer esto para que así no tengan la herramienta para fastidiar por si acaso han quedado inconformes con mi política de «cero novias, cero problemas».

Pero resulta que quien quiero que sea mi novia y cada uno de mis problemas se ha marchado. Me ha dejado solo otra vez.

Estoy casi seguro de que Jhanahy ha escuchado a Nathalie diciendo que me extraña y que quiere volver a verme ahora que planea visitar Italia nuevamente.

Sé que el volumen del auricular no era tanto pero ella estaba sobre mi hombro, y quizá se ha enterado que la loca esa quiere que nos «reencontremos» para remediar la manera en que nos despedimos.

¿Remediar qué? No es como si hubiésemos tenido una relación o algo así. Fue todo por diversión y se lo dejé muy claro desde el principio. ¿Por qué mierda creyó que sería distinto de lo advertido?

No tenemos nada de qué hablar. Además no es que sea un santo de mi devoción, mucho menos después de que intentó abofetearme cuando le puse un «hasta aquí» a nuestra aventura pasajera.

EL AMANTE ━━  [En curso] 《34》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora