EL AMANTE ━━ [En curso] 《34》

Capítulo 26

Lo siento mis bellezas, se me ha ido de las manos y les he dejado un capítulo largo de casi 18,000 palabras otra vez. Y yo jurando que ya no volvería a hacerlo después de mis exageraciones en los capítulos de «R+M» y «Roomies». :(

Bueno... es que tampoco quise dejar muchas partes con este día largo que, era muy necesario incluir.

Pido disculpas por los errores que se encuentren. Nuevamente he hecho todo a quemarropa y no revisé con mucho detenimiento. Ya lo haré después, poco a poco.

Que lo disfruten. ❤️

Veo los labios de Jhanahy moverse y de ellos paso a sus ojos que me ven fijamente. Ella sigue hablando pero mi mente no está enfocada en lo que sea que me está explicando con respecto a quién sabe qué con relación a las flores. Sí, creo que hablábamos de las flores cuando me trajo aquí al almacén o invernadero o lo que sea.

Debo reconocer que soy un inútil en muchas cosas y que mi conocimiento sobre las flores es casi nulo, pero, a pesar de esto —y muy aparte de ser consiente de que debería estar prestando atención a cada palabra—, no consigo concentrarme en otra cosa que no sean los gestos y los carnosos labios de Jhanahy que me tientan a besarlos, a succionarlos, a morderlos, y...

No. Basta. ¡Deja de soñar despierto, idiota!

—¿Law estás escuchándome? —me pregunta cruzándose de brazos y enarcando la ceja derecha en tanto me ve hacia arriba.

Sus ojos me juzgan sin necesidad de que tenga que escuchar el veredicto.

Lo siento, cientos de clones de Jhanahy que sirven honorablemente como jurado en esta sala llena de estantes, maceteros, y plantas desconocidas. Me declaro... culpable. Humildemente, acepto la condena que se dictamine bajo los cargos que agreguen siempre y cuando sea después de esto...

»¿Q-Qué haces? —me pregunta ahora que la tomo de las mejillas.

Me coge de las muñecas y me ve casi de manera suplicante mientras sus labios se separan ligeramente.

Me acerco despacio, y rozo mis labios con los suyos.

La he echado tanto de menos..., demasiado como para lograr suprimir este deseo por sentirla cerca.

Nos besamos con ansias y desespero en tanto llevo mis manos a sus glúteos para apretujarlos a la vez que la apego mas a mí.

Ella me abraza del cuello y jadea siendo presa de mis húmedas caricias en su boca.

Muero por desvestirla. No quiero esperar más. No puedo aguantar ni un minuto más.

Tentaré mi suerte aferrándome con ambos brazos a lo escuchado el día de ayer. Sí, apostaré ciegamente por esa exquisita confesión hecha a su amiga sobre lo mucho que me desea, como nunca antes deseó a nadie. ¡Voy a desvestirla!

»¿Law? —la voz de Jhanahy flota a mi alrededor.

Parpadeo en repetidas ocasiones y noto que en realidad no me he movido de sitio. Tampoco la he cogido por las mejillas y mucho menos estoy a punto de besarla.