CAPÍTULO 3. CLOE

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Al fin es viernes, eso significa que Thomas vuelve hoy de Milán y que finalmente podremos hablar, pues nuestra charla por teléfono del lunes no fue bien

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Al fin es viernes, eso significa que Thomas vuelve hoy de Milán y que finalmente podremos hablar, pues nuestra charla por teléfono del lunes no fue bien... Estaba demasiado alterada de pensar que Ana había pasado todo el fin de semana con él y los celos me pudieron. Se supone que el lunes ella volvió a España, espero que sea verdad y Thomas no me mintiera... Hasta esta noche no podré hablar con él cara a cara. Así que ahora me toca concentrarme en el entrenamiento y como prometí, no pagar mis problemas con mis compañeras.

Preparo mi ropa deportiva y bajo al piso de abajo donde mi padre me está esperando para irnos al entreno, aunque primero pasaremos a por Sofía como suele ser costumbre.

—Miriam parece estar recuperada y hoy volverá a entrenar —me informa mi padre cuando entramos al coche.
—Sí, nos lo dijo anoche por nuestro grupo de Whatsapp.

Obviamente no estará al 100% pero me alegra tener a Miriam de vuelta, la vamos a necesitar viendo a las tres novatas...

Recogemos a Sofía y durante el trayecto vamos hablando de la prueba de derecho financiero que tendremos el lunes que viene. Sofía y yo nos conocimos el primer año de carrera y fue mi primera amiga aquí en España, pues yo antes vivía con mi madre en Alemania. Congeniamos en seguida y cuando nos enteramos que ambas jugábamos a vóleibol no dudamos en apuntarnos al club de la universidad, en el cual ya se encontraban Luna, Rocío y Miriam, pues tienen un año más que nosotras. Alba también se unió a la vez que Sofía y yo.

Cuando llegamos al complejo deportivo, como siempre hacemos Sofía y yo nos dirigimos a los vestuarios mientras que mi padre se dirige a la habitación donde se guarda todo el material.

Nos encontramos en el vestuario a las tres novatas, que al igual que el pasado entrenamiento parecen haber llegado bastante pronto. Bueno al menos se las ve con ganas de jugar... Algo es algo. Cuando nos ven nos saludan rápidamente y salen de los vestuarios. Creo que me pasé intimidandolas, me empieza a dar algo de pena que me miren así.

—¿Hoy vuelve Thomas? —me pregunta Sofía y en su voz noto que no estaba muy segura de sacar el tema.
—Sí, después del entreno iré a su casa —respondo mientras nos cambiamos.
—Bueno espero que vaya todo bien —me dice con una pequeña sonrisa.
—Sí.
Le sonrío.

Sofía y yo salimos de los vestuarios para ayudar a mi padre con los preparativos del entrenamiento. Sin embargo, por el ventanal del pasillo de los vestuarios que da la cancha vemos que las novatas ya lo están ayudando.

—Buenas —nos saluda Luna que acaba de llegar.

—Hola —decimos al unísono mi mejor amiga y yo.
Luna se queda mirando también por el ventanal.
—Vaya, las nuevas son hasta más aplicadas que vosotras. No te podrás quejar, Cloe...—comenta mi hermanastra antes de entrar al vestuario.

Bueno podría quejarme de que apenas saben jugar, pero es cierto que son aplicadas. Le hago un gesto a Sofía para ir a la cancha.

—¿Qué tal son Luna y Danna de entrenadoras? —les pregunta Sofía a las novatas mientras esperamos que el resto de compañeras se unan.

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