CAPÍTULO 13. DANNA

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Salgo del vestuario y me dirijo a algún sitio donde pueda estar sola para tranquilizarme

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Salgo del vestuario y me dirijo a algún sitio donde pueda estar sola para tranquilizarme. Abro una de las puertas de salida de emergencia y aparezco en la parte trasera del polideportivo. Respiro hondo y me apoyo sobre la pared. Busco mi móvil en el bolsillo de mi sudadera, no era consciente de lo que me tiemblan las manos hasta que intento escribir en el móvil para buscar el contacto de Gabriela.

Marco su número y vuelvo a respirar hondo para intentar relajarme mientras escucho los tonos de la llamada.

-Danna, ¿todo bien? -me pregunta Gabriela, hace mucho tiempo que no la llamaba tan repentinamente.
-No...

Quería seguir hablando pero no puedo, mis ojos se llenan de lágrimas y se me hace un nudo en la garganta.

-¿Ha pasado algo?

Cada vez que intento hablar termino llorando más, tengo miedo.

-Danna, estoy aquí, respira como tantas veces hemos ensayado y cuando te sientas preparada yo estaré aquí escuchándote...

Me dejo caer y me siento en el suelo con mi espalda todavía apoyada en la pared. Hago respiraciones profundas he intento estabilizar mi cuerpo.

-Gabriela, me está volviendo a pasar... Me estoy desconectando de mí, no me puedo controlar y apenas puedo pensar con claridad... -le digo asustada-.No quiero volver a aquella época de nuevo-añado sollozando.

-Eso no va a pasar, vamos a trabajar para que no pase -me asegura -. Primero tengo que saber si te ha pasado algo que te haya podido generar un estrés excesivo.

-Mi madre... -comienzo a decir pero me detengo.

¿Y si ella también lo sabe y me ha estado mintiendo cómo mis padres? pienso, haciendo que me sea imposible seguir hablando con ella.

-¿Danna? -pregunta al ver que no sigo hablando -¿Qué pasa con tu madre? ¿Danna?

¿Por qué me mentirían?... Esa pregunta se repite en bucle una y otra vez en mi mente. Simplemente no lo entiendo, nunca pensé que mis padres podrían ocultarme algo así.

Con esos pensamientos en mi mente, mi cuerpo se llena de rabia hacia ellos. Sin embargo, antes de hablar con mis padres, quiero descubrir más cosas por mí misma y evitar que me vuelvan a engañar. Está claro que no me puedo fiar de nadie...

-¿Sigues ahí?¿Danna?
-Perdón Gabriela... Te estoy haciendo perder el tiempo con una tontería, olvida lo que he dicho -le digo y antes de que pueda responderme corto la llamada y apago mi móvil.

Gabriela no tardará en llamar a mis padres y no quiero saber nada de ellos en estos momentos.

Esto es algo que tengo que solucionar por mí misma. Por ahora, me toca tranquilizarme antes de entrar al entrenamiento y después iré a ver a Daniela, como tenía planeado para hablar con su madre.

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