CAPÍTULO 14. CLOE

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Al terminar el partido nos acercamos al equipo ganador y estrechamos sus manos para felicitarles por su victoria

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Al terminar el partido nos acercamos al equipo ganador y estrechamos sus manos para felicitarles por su victoria. Voy estrechando la mano de cada uno de los jugadores y jugadoras hasta llegar a Alba, quién tras estrechar mi mano me mira con una expresión bastante seria que me descoloca. Tras ella, la única persona que me falta por felicitar es Danna.
—Has estado increíble —la halago mientras estrecho su mano.
Al escuchar mis palabras Danna sonríe ligeramente.
—Me alivia que digas eso —se sincera ella.
—¿Por?
—Creía que quizás me había pasado de la raya y me lo había tomado demasiado en serio. No he sido consciente de ello hasta que Luna me ha mandado al banquillo, pensé que lo había fastidiado todo, se supone que era un partido para pasarlo bien...
—Yo te pedí que dieras todo de ti, no has fastidiado nada, Danna. Me ha encantado poder jugar contra ti así —me sincero.
Danna baja su mirada hacia el suelo pero en su rostro observo una sonrisa.
—Ahora que he ganado me toca pensar en mi recompensa —me dice volviendo la mirada hacia mí.
La combinación de su mirada y esas palabras provoca un hormigueo en mi cuerpo.
Estaba a punto de responder cuando Alejandro se acerca a nosotras.
—Danna has jugado genial —comenta mi mejor amigo extendiendo su mano hacia ella.
Los ojos de Danna se dirigen hacia la mano de Alejandro y parece debatir internamente si estrecharla o no. La sonrisa que Danna tenía antes en su cara ha desaparecido por completo y la situación comienza a ponerme algo nerviosa. Danna me dijo que no tenía problema con que Alejandro y yo tuviésemos algo. Algo que realmente no existe porque es mentira pero ella no lo sabe... Y aunque me dijera que no tenía problema con ello, su expresión actual no dice lo mismo. 
—Ojala pudiera decir lo mismo de ti —le responde Danna mientras estrecha la mano de Alejandro.
Alejandro se ríe, rompiendo con la tensión que el comentario de Danna había creado.
—Tienes razón, no ha sido mi mejor partido —le dice mi mejor amigo tras soltar sus manos.
—Veo que no te importa que te vea como un perdedor la chica que te gusta...
—Danna —exclamo para llamar su atención, tras el ataque de la morena a mi mejor amigo.
Danna me sostiene la mirada unos segundos y después sonríe.
—Perdona, era broma —se disculpa mirando a Alejandro.
—No pasa nada, aunque tienes unas bromas un poco raras —responde Alejandro sin que desaparezca su típica sonrisa de su rostro.
—Quizás se me está pegando de Daniela —comenta Danna aunque parece estar hablando para si misma, ya que tras esas palabras se da media vuelta y comienza a dirigirse hacia los vestuarios.
—Es un poco rara ¿no? —me pregunta Alejandro cuando nos quedamos solos.
—No lo es... Pero es verdad que se está comportando de forma extraña últimamente y no sé si es por mi culpa —comento preocupada.
—No creo que sea tu culpa —intenta consolarme a la vez que me da un pequeño abrazo.

Me doy cuenta que somos los únicos que quedamos en la cancha, en cambio en las gradas todavía queda bastante gente. Comienzo a andar hacia el vestuario y Alejandro me sigue.
—Por cierto, Sofía ha contado en el vestuario que tú y yo tenemos algo... —le informo mientras caminamos juntos—. Sé que la idea de esto es que la gente lo sepa para que puedas encubrirte pero me siento algo incómoda con ello, sobre todo por Danna. No quiero mentirle...
—¿Qué me quieres decir con eso?
—Sé que no quieres que nadie lo sepa pero... Danna no contaría nada si se lo dijera.
—Cuanta más gente lo sepa más fácil es que nos descubran —dice Alejandro parándose en seco y en su voz noto su inseguridad.
—Ya pero sólo sería ella, sé que Danna no diría nada, confío en ella plenamente—intento convencerle.
—Mira Cloe... Si no te sientes cómoda quizás lo mejor es que no sigamos con esto, nunca fue buena idea de todas formas —su tono suena un poco molesto, algo que creo que nunca había pasado hasta ahora.
Alejandro comienza a andar y le paro antes de que pueda llegar al vestuario masculino.
—Está bien no le diré nada, me comprometí a ayudarte con esto y lo voy a hacer —le aseguro haciendo que mis palabras lo tranquilicen y vuelva a mostrarme su sonrisa característica.

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