3. Primer día.

0 0 0
                                    

Después de pasarnos lo que quedaba de tarde y un rato antes de acostarnos hablando de cosas mundanas he podido conocer un poco a Cris. Al parecer ella está estudiando el segundo año ingeniería, y por como habla de la carrera creo que le gusta mucho y que está contenta con su decisión, me alegro por ella, es jodido estudiar algo que no te gusta.

Tras haber hablado un poco sobre la universidad empezó a hablarme de su familia, de que sus padres son médicos y que ella es como la "oveja negra" de la familia, me contó que era hija única y que sus padres trabajan en San Francisco.

En conclusión, me pareció una chica muy modesta, algo tímida, pero que cuando coge confianza ya no hay quién la frene; también me contó que le gusta tomarse en serio los estudios, pero que de vez en cuando no puede resistirse a las increíbles fiestas que montan las fraternidades de la universidad, sobre todo las de derecho.

Por como habla de su familia creo que la quiere mucho y que le costó dejarlos en San Francisco, pero me dijo que sabía que ésta es una gran universidad con respecto a arquitectura, así que se vino aquí. Me dió la sensación de que verdaderamente le importan sus estudios.

Creo que puedo decirlo sin ninguna duda, Cris me cae muy bien, cosa que me tranquiliza, ya no me tengo que preocupar por pensar en que tras un día duro en la universidad tenga que aguantar a una plasta o algo peor en mi propia habitación.

Yo le conté algunas cosas sobre mí; le hablé de mi hermano, que trabaja como veterinario en una consulta de Oregón; de mi madre quién también vive en Oregón, le hablé sobre lo nerviosa que estoy por empezar la universidad,....todo eso, lo típico.

El momento en el que me preguntó por mi padre fue, creo, el momento más complicado de todos, incluso más que pasar 10 horas en un maldito coche con mi hermano mayor.

-Tu madre es psicóloga, pero ¿y tu padre? ¿En qué trabaja?

-Bueno, Jhon es un médico que trabaja en el mismo hospital que mi madre.

-¿Jhon? ¿Llamas a tu padre por su nombre?

-Eh... no, bueno...-casi tartamudeé- Él no es mi verdadero padre, sino mi padrastro. Mi padre murió hace cuatro años.

Vi la cara de Cris, estoy segura de que por su cabeza se estaba reprochando el haber sacado el tema, cómo casi todo el mundo hace cuando les digo que mi padre está muerto.

-Yo... -la pobre tiene cara de estar verdaderamente arrepentida de haber sacado el tema- Lo siento.

-No tienes por qué, tú no tienes la culpa, son cosas que pasan ¿no?- dije dándole una sonrisa para que dejara de preocuparse, aunque esperaba que dejara el tema.

-Bueno, deberíamos dormirnos ya, mañana será un gran día.- dijo ella acomodándose en su cama.

Y así terminó el día.

Hoy es lunes y mi primer día de universidad. Antes de salir por la puerta revisé mi mochila: estuche , cartapacio, libretas, móvil,...

"Lo tienes todo, pesada."

Vale, vale. Cuando lo tenía todo listo me dirigí al edificio donde se darían mis clases y dejé a Cris durmiendo, puesto que anoche me dijo que ella empezaba sus clases más tarde.

Las clases transcurrieron muy bien, al principio fue raro ver a tanta gente en una misma clase, pero al cabo de varias horas me fui acostumbrando a ver tantas caras desconocidas. Lo bueno es que conocí a un chico, Scott, en la primera clase se sentó a mi lado y para mí sorpresa, ha resultado caer en casi todas mis clases, por lo que nos hemos sentado juntos en todas en las que coincidimos. Es un chico alto, rubio y de ojos claros como los míos. Está fuerte, pero no de una forma exagerada. No es un chico muy llamativo, pero creo que es bastante guapo. No hemos hablado mucho pero ha sido muy simpático en las pocas conversaciones que hemos tenido.

Tras terminar las clases me dirigí a la residencia y me encontré a Naty jugando a algo en su teléfono, cuando se dió cuenta levantó la vista y me saludó amablemente.

-Hola, ¿qué tal las primeras clases?

-Bien, gracias.- le respondo con una sonrisa- por ahora parece que los profesores son majos.

-Ya veremos si piensas lo mismo dentro de unos días.- sonríe.

-Vaya, qué ánimos das.- digo riendo suavemente.

-No es por asustarte, es solo que es normal que no tengas malas impresiones aún.

-Lo sé, solo espero que sigan siendo majos y no pasen a ser unos pesados de mierda.

Con eso último ella ríe, y yo doy por finalizada la conversación, así que subo a mi habitación y me cambio rápido de ropa y me pongo las deportivas. Quería dar una vuelta por los alrededores, para conocer un poco el lugar, así que me pasé gran parte de la tarde dando vueltas y recorriendo algunas cafeterías y la biblioteca.

Y finalmente llegué al parque que hay en el campus. Me pasé un rato tirada en el césped húmedo escuchando música antes de volver a la residencia. En ese periodo de tiempo no quería pensar en nada, absolutamente nada, sólo centrarme en ese instante, sentir como mi piel se va refrescando debido al contraste de las pequeñas gotitas de sudor que recorren mi frente tras la carrera que acababa de hacer por el campus con el aire fresco que empezaba a levantarse. No quería pensar en el pasado, quería dejarlo atrás y centrarme únicamente en que, por fin, estoy donde siempre soñé, haciendo lo que siempre quise, o mejor dicho, lo que siempre quisimos...

Una curiosa filosofía de vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora