Una curiosa filosofía de vida.

2. La residencia.

Yo ya había visto la residencia en algunas fotos, y he de decir que éstas eran bastante reales. El recibidor no es muy amplio, recién entras ves a Naty, si te fijas a la izquierda aparecen unas escaleras que van hacia arriba y un pasillo donde hay puertas en la parte izquierda, (es ahí donde se encuentran las primeras habitaciones) A la derecha de Naty hay un pequeño ascensor. A pesar de todo parece un sitio bastante amplio y limpio.

La residencia tiene 10 plantas.

Por eso el ascensor, ¿Te imaginas subir 10 pisos con la maleta, las compras,...?

"No necesitarías ir al gimnasio."

Verdad.

Mi habitación; la mía y la de otra chica desconocida, que no me olvido de ese detalle; está en la según planta.

"Pues sí que tendrás que ir al gimnasio o mejor salir a correr porque aquí no creo que haya."

Gracias conciencia, no me he dado cuenta.

Tras llegar a la segunda planta hay un gran pasillo que comunica todas las habitaciones, hay puertas a ambos lados del pasillo y al fondo, están los baños. Mi puerta está en el lado derecho del pasillo, porque los números impares están a la derecha y los pares a la izquierda. Me decido a entrar en la habitación, pero antes me tomo mi tiempo para recuperar un poco el aliento; no es fácil subir dos pisos con una maleta grande al lado.

"Debiste coger el ascensor."

¿Alguien ha pedido tu opinión? No, ¿verdad?

Al abrir la puerta veo una habitación de un tamaño considerable, ni muy grande ni muy pequeño; con dos camas, cada una a un lado de la habitación; dos cómodas a los pies de cada cama; y un pequeño escritorio pegado a la pared del fondo, rematado con una gran ventana encima del escritorio.

Las camas eran de esas que tienen armarios debajo del colchón, supongo que para que haya más espacio. En la cama de la izquierda hay una gran maleta y ropa tirada, por lo que supongo que ya estará pillada por "mi nueva compañera". Para ser sinceros estoy algo nerviosa con lo de compartir habitación con alguien que no conozco, nunca he compartido mi habitación con nadie, excepto mi mejor amiga, Lili, quien está en España para realizar sus estudios de filología hispánica. ¿Qué ironía eh?

Yo, teniendo sangre española y siendo bilingüe debido a que mi madre tiene familia española y hablo español e inglés a la perfección, decido estudiar filología inglesa, y Lili, decide irse a España. Obviamente le he dado algunos consejos y lugares que puede visitar por allí que no aparecen en las guías turísticas, sitios no tan frecuentados, pero con una belleza increíble que solo una persona que halla estado o pasado tiempo allí pueda encontrar.

Volviendo al pequeño dilema de mi nueva compañera, mi hermano me ha dicho varias veces que no me preocupe, que si no es muy tarde podré cambiar de habitación o compañera, pero eso suena muy feo, ¿te imaginas?: "Hola desconocida, lo lamento pero quiero que te vayas de esta habitación porque no me siento cómoda contigo."

No, no suena bien.

De repente escucho como se abre la puerta de la habitación, más que nada porque chirría como si no la hubieran engrasado en años; y veo a una chica un poco más alta que yo. Lo primero en lo que me fijo de ella es en su color de pelo. Ella es pelirroja, y no, no parece pelirroja de bote, más bien se nota a la legua que es natural, e increíble. Luego te fijas en sus ojos, de un color verde claro con motas marrones, y en las pequeñas pecas que tiene debajo de ellos. Lleva un top blanco y una falda plisada de color rosa pastel, un look que a mí parecer es más de niña pequeña, pero que a ella le queda muy bien, posiblemente debido a su físico. Por qué no decirlo, es una chica muy mona y esas pecas le dan un tono aniñado muy adorable. Todo este escrutinio transcurre en cuestión de segundos, el tiempo en el que tardo en hablar.

-Hola, soy Kami Brown, encantada.- Digo al ver que ninguna toma la iniciativa de la conversación- Al parecer está va a ser mi habitación, ¿tú eres...?- pregunto ya con curiosidad.

-Eh... Pues parece que yo seré tu compañera. Me llamo Cris, bueno Cristina, pero todos me dicen Cris. Pensé que aún no habías llegado.

-En realidad, acabo de llegar, aún no he ni deshecho la maleta.

-Yo he cogido este lugar- dice mientras se dirige a la cama de la izquierda- espero que no te moleste. Si quieres podemos cambiar o...

-No, no te preocupes, me gusta este lado.- me apresuré a decir, porque la verdad es que no me importaba en qué cama dormir, siempre y cuando durmiera en una cama, claro.