Chicos de fraternidad #2

Cap. 14

COMO ERA DE ESPERAR, New viene corriendo por la calle para "hablar" con Tay sobre la decoración navideña de Joss y mía. Joss y yo observamos desde la ventana delantera cómo se pone rojo, cada vez más agitado. Tay está apoyado en la casa, con los brazos cruzados, una pequeña sonrisa en la cara, y no se levanta para encontrarse con New a su nivel. Cada vez que los veo juntos, me recuerda a un gato jugando con un ratón.

Finalmente, Tay se encoge de hombros y dice con su voz grave y profunda:

—¿Dónde está tu espíritu festivo?

New se queda boquiabierto.

—Si fuera al decano...

—Pero no lo harás. Porque sólo fueron unas decoraciones, y ambos hemos hecho cosas peores.

Frunce el ceño.

—Bien, pero ten a tus chicos bajo control.

—Claro que sí, amigo. —Tay le palmea el hombro antes de girar hacia la casa—. Ahora vete a casa antes de que te hagas daño.

Joss y yo nos sonreímos y nos dispersamos antes de que Tay pueda entrar y soltarnos algún discurso de medio pelo acerca de forzar a New.

La primera noche de Bro-mociones a la vuelta de las vacaciones siempre es importante. Las principales preocupaciones son volver a las clases y mantenerse al día con el agotador trabajo escolar. Algunos hermanos han tenido problemas con sus familias, y otros, como Miles, se preguntan qué hacen tan lejos de casa. Él tiene una gran familia en Tennessee, así que en cierto modo lo entiendo, pero como hijo único cuyos padres le dieron todo, la universidad fue mi primer golpe de libertad.

Los amo, pero también me encanta estar por mi cuenta.

Supongo que no es difícil olvidarse de la nostalgia cuando estás a sólo una hora de casa.

—... no sé si debería trasladarme más cerca —dice. Eso llama mi atención.

Y la de Joss, aparentemente.

—¿Irte? —pregunta.

Miles se mueve.

—No sé, hombre. Pensé que ya me habría acomodado, pero todavía no me siento bien.

—La familia es importante —interrumpo antes de que Joss pueda empezar a hablar de hermandad y hacer que Miles se sienta culpable—. Y tienes que tomar la mejor decisión para ti y tu salud mental. Siempre es lo primero, amigo. Pero si te quedas, todos estamos aquí para ti.

Los otros chicos están de acuerdo. Y eso es lo increíble de la noche de Bro- mociones. Estamos aquí para apoyar y escuchar, incluso si no tenemos las respuestas. No hay juicios. No hay comentarios astutos. Nadie se siente débil. Es lo que necesitamos cuando todos estamos tan involucrados en los deportes que todavía vienen con un lado pesado de la masculinidad tóxica. Sé que Miles se mudó aquí por el hockey, y que tiene una oportunidad decente en la NHL después de obtener su título, pero esa oportunidad no es una garantía, y sería jodido para él pasar por todo este estrés y extrañar a todos para no alcanzar sus sueños.

Pero esa es la apuesta que todos tenemos que hacer.

Es la apuesta que todo el mundo hace con la universidad. Estamos invirtiendo cuatro años en un título que podría servir de mucho para nuestro futuro, pero se nos presiona para que sigamos adelante y acumulemos deudas por algo que es un juego de azar.

Mi mirada se desvía hacia donde está sentado Joss. Ocupa la mitad del sofá para él solo. Todo, desde su cuerpo hasta su confianza y la forma en que se adueña de un espacio, es grande, y maldita sea si eso no me llama la atención de forma inapropiada. Me excita y lo único que hace es tejer cualquier cosa deforme en la que esté trabajando.