|Donde llega una visita inesperada|
Caos y más caos ocurrían las últimas semanas en Ecomoda, puesto que la visita de Mr. Stevenson estaba programada para días previos al lanzamiento de la nueva colección, las obligaciones para el vicepresidente comercial habían aumentado debido a la licencia por maternidad de la misma presidente de la empresa.
—¡Aura María! —gritó desde presidencia.Armando había acordado con Beatriz ocupar su oficina en lo que ella se encontraba en casa, debido a ello también había ocupado a Aura María como su secretaria.
—¡Ay, Sandra!, ¿Usted cómo lo aguanta? —preguntó a su amiga, con ese gesto de suplicio que había adquirido los últimos días.
—Mire primero vaya y luego averigua —espetó la alta pelinegra— que parece que hoy no es su día —agregó dándole pequeños empujones para que se apresurara.
—Diga doctor —dijo con nervio, esperando el posible regaño.
—A esto le falta el informe de sobre las ventas del último mes —espetó mientras revoloteaba la carpeta en el escritorio, sin mantener la vista en ella.
—Ya mismo se lo tengo doctor —se giró rápidamente, pero fue detenida antes de salir.
—Y dígale a Sandra que me tenga listo el informe de los puntos de venta, también necesito los informes de Gabriela y Keneth, pero para ayer Aura María —espetó.
—Sí doctor.
∆
Más tarde y con la información completa encima del escritorio, pudo respirar un poco en lo que ordenaba la información. Cualquiera pensaría que estar sobresaltado era una exageración, no obstante, el trasfondo era más agotador de lo que imaginó en un primer momento; nadie le dijo que un segundo hijo podría traerle tantas preocupaciones a su vida, ahora no podía dejar de pensar en todas las cosas que en definitiva tenían que cambiar; quizás mudarse a una casa más grande o adquirir otro plan de seguros de vida. Aún no lo sabía con certeza, pero, tenía en mente que algo debía cambiar.
Mientras se reclinaba en su silla, la puerta fue abierta nuevamente y está vez no se trataba de su secretaria, sino más bien de quién aún era su "amigo", Mario Calderón.
Los últimos años habían traído una cierta distancia entre ellos, esta transcurrió de una forma peculiarmente natural; debido al hecho que creciendo su primera hija estaba mucho más al pendiente de su familia y los más allegados a ella, el distanciamiento terminó siendo parte de ambos y de lo que sus tan distintos estilos de vida preferían.No obstante, todo ello no exceptuaba que ocasionalmente recibiera la visita de Mario en la oficina; ese día y debido a la ausencia de su mujer, se presentó con un semblante preocupado.
—¡Oiga hermano tiene que ayudarme! —dijo rápidamente, sentándose justo en la silla frente a él.
—¿Qué le pasa? —preguntó Armando, con cierta molestia al haber sido interrumpido en su descanso.
—¿Se acuerda que le conté de la mujer con la estoy saliendo?, Castaña, de ojos verdes —inquirió mencionando algunos rasgos físicos.
—Si, si, ¿pero ¿qué pasa?
—Pasa que acaba de llamarme, dice que necesita hablar conmigo de algo importante y viene para acá —explicó
Armando revoloteó los ojos —pero ¿qué es lo que le preocupa? —decidió que tomar una postura más relajada sería lo mejor.
—Armando, míreme a los ojos y présteme atención —le dijo poniendo sus manos sobre el escritorio.
Armando atendió al orden desganado de su juego que le parecía algo bobo —¿Sí?
ESTÁS LEYENDO
Betty la fea: One Shot
FanfictionHistorias cortas y universos alternos de la novela Yo soy Betty, la fea.