1. La hora del reconocimiento

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Beatriz salía hacia la terraza del hotel, en cuestión de minutos tendría que pararse frente a todas esas personas y presentar la nueva colección; por lo que había optado por aislarse de todos buscando la confianza en ella, la cual hallaba perdida en ese momento. Sin embargo el nervio que sentía le nublaba la capacidad para hacerlo, creciendo en ella un miedo constante en qué fracasaría haciéndolo.

Su nerviosismo había alcanzado al extremo de tomar un vaso de vodka, creyendo que de algún modo estar bajo los efectos del alcohol le daría esa confianza que necesitaba para enfrentarse a lo que venía. Por otra parte, la ausencia inesperada de Betty hizo alarmar a Catalina quién pidió de favor al cuartel buscarla por todo el hotel; la desaparición de la economista llegó pronto a los oídos del doctor Mendoza y disculpándose con Alejandra abrió camino en busca de su Betty.

Mientras recorría el hotel, Armando se cuestionaba la razón del actuar de Betty, lo último que sabía era que había hablado con Hugo momentos antes y esa respuesta, en lugar de traer tranquilidad alteraba los nervios del doctor. De pronto una idea fugaz atravesó su mente y lo hizo subir hacia la terraza; el lugar estaba vacío, solamente estaba Betty, la miró de lejos mientras que ella con su vista fija a la ciudad no se percataba de su presencia.
Armando caminó hacía la doctora, quien al escuchar los pasos aproximándose no tuvo otra reacción más que sobresaltarse y girar hacia donde estaba él.

-¿Pasa algo Betty? -le preguntó con voz aterciopelada

-Nada doctor, don Hugo me llamó para saber si vamos a hacerle una presentación al desfile como como se acostumbra -comentó ella aferrándose al vaso que tenía en su mano derecha

-Por supuesto que se le debe dar una presentación al desfile, especialmente hoy que hay tantos invitados especiales y prensa extranjera -respondió con una media sonrisa, alegrandose que aquella conversación no hubiese resultado en algo desagradable

-Si claro, pero como antes su papá era el que lo hacía cuando era presidente y después usted... -vaciló un poco mientras exponía su incertidumbre ante él

-Y ahora le va a tocar a usted hacer lo mismo porque es la presidenta de Ecomoda -la interrumpió cayendo en cuenta el rumbo por el que viajaba la conversación.

-Doctor todos sabemos que esto es una farsa, que si yo soy presidente es porque un abogado lo impuso, por cuestiones jurídicas, pero la empresa no es mía -externó Betty con ímpetu- no estoy aquí porque los socios hayan querido, inclusive su papá no quiso venir, y como lo dijo el doctor Valencia "la empresa está en manos ajenas"

Mendoza la miraba con ternura, "¿cómo aquella mujer tan capaz en ese momento se sentía tan inferior? Si solo se pudiera ver a través de mis ojos no tendría la incertidumbre que proyecta ahora" pensaba muy dentro suyo.

-Primero que todo, para que lo sepa, usted es presidente de Ecomoda porque se lo merece más que nadie en el mundo y eso no lo digo yo, lo dice todo el tiempo que usted ha pasado al frente de esta empresa, lo dicen sus estrategias, su forma de hacer las cosas, su trabajo, la manera en que ha resuelto nuestro problemas. Es por ello que este lanzamiento es suyo; su producto, por eso debe salir allá y presentarlo Beatriz -las palabras

-No doctor, yo no sirvo para eso -renegó- yo soy una economista no una relacionista pública, no sirvo para hablar frente a un público además hay mucha gente allá afuera -vacilaba nuevamente sumergida en los nervios- usted lo puede hacer mejor

-Lo hacía -respondió enternecido del comportamiento de Betty -pero en éstos momentos hay cientos de invitados esperando a que usted presente su obra, que confirme, porque es nuestro presidente

-Doctor -renegó una última vez

-No Betty -respondió con la voz aterciopelada mientras acortaba un poco la distancia entre ambos.- Usted ha luchado toda su vida para llegar a ser lo que es hoy ya llegó la hora de que comience a vivir esta nueva etapa de su vida, que pueda respaldar todo ese trabajo anónimo que ha realizado; con su imagen, con su presidencia.

Betty la fea: One Shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora