Betty la fea: One Shot

36. Memorias de un corazón roto

El viento despejaba las espesas nubes grises de un amanecer repleto de confusión. La incertidumbre permeaba su vida desde hace tiempo, y la necesidad de revelar una verdad tan importante, le estruje el alma y lo enfrenta a sus peores temores.
La vulnerabilidad se hace evidente y toma forma de mujer. Él, ya la conoce, conoce esa mirada cautivadora, esa dulzura que aprisiona su corazón dejándolo inmerso en un huracán de emociones tormentosas. Conoce esos cabellos oscuros que le recuerdan al secreto tan íntimo y cercano.

Pero desconoce ciertamente el instante preciso donde cayó ante su hechizo, no sabe con certeza si aquel día en el que sus almas se encontraron su corazón se dejó llenar por la dulzura de aquel otro puro y pasional. O si fue el instante en el que sentir su lejanía le provocaba la peor de las angustias.
De algo si podía estar seguro, y era del amor que habiendo crecido en una mentira; se transformó en la verdad más importante de su vida.

Su decisión estaba prácticamente tomada, tan solo le hacía falta la valentía necesaria para arriesgarse y huir hacía sus brazos.

Sin conocer que aquel otro corazón se había sumergido a las intensas olas de un mar tormentoso, cayendo en la oscura y dolorosa verdad, agonizando con piedad que el sufrimiento de su alma desapareciera.
Resistía con fuerza el marítimo infierno que atentaba con su vida, como si sus muertes pasadas no hubieran sido suficiente castigo.

Ciertamente, solo la verdad los liberaría, para bien o para mal.

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Las brasas ardientes consumían poco a poco aquel corazón roto, le recitaban con duelo un mal amor que destruyó con tortuosa agonía esa alma limpia y resplandeciente.

Encaminó sus pies por un profundo túnel repleto de la densa oscuridad convirtiendo pasos firmes en una total inseguridad, en desnudez.

El final se acercaba con la espera del sol naciente, la vida y la esperanza parecían asomarse al final del túnel. Un final que solo la muerte podría otorgar.

La desnudez se traducía a vulnerabilidad, aquella que con el más fino viento dejaba descubierta la fachada de inquebrantable seguridad.  Poco a poco se asoma al final que creyó previsto como su destino definitivo; pero la vida, aquella ingrata que le hizo ver la verdad, logró volver sus pasos hacia atrás. Vistiendo dolores con el manto de la confusión, al tiempo que la ficción montaba una realidad alterna, haciéndole creer que el amor puro e inocente había escapado para ya no volver.

Pero maldito el recuerdo, que evoca sensaciones del pasado y las regresa tan vividas que al fino tacto se perciben tan melodiosas y dulces como la primera vez. El calor sube cubriendo sus sentidos, sus memorias no pueden dejar atrás aquello que se ha amado con tanta pasión, con tanta alma; resulta imposible dejar de amar, pero más imposible dejar de amarla.


(⁠◍⁠•⁠ᴗ⁠•⁠◍⁠)⁠✧⁠*⁠。

¿Volví?

No lo sé, extraño escribir como antes pero, a veces tengo que aceptar que la vida cambia y nos debemos adaptar a los cambios.

Pero la verdad volver a escribir, aunque sea un poco, me devuelve una parte de mi que me gusta mucho ♡⁠˖

Y bueno, me despido. Nos leemos... ♡