-BAJI KEISUKE-MALENTENDIDOS

2.Ahora esto es así 🖤

---Aquí Thunder, espero les guste mucho dejare una pequeña pausa ya que el capitulo es algo largo..🖤----

Presente Kaminari Ao.

23 años. 

Los años habían pasado y después de mudarme lejos de Tokyo me fue imposible regresar en la época de vacaciones o más bien me dolía mucho, seguía teniendo contacto con toda la pandilla, eso de la pandilla había empezado como un juego, pero lo cierto es que eran una de las más importantes o eso decía Chifuyu, con él al igual que con Draken no había perdido ni un solo día de comunicación.

Pero con Baji fue distinto, él simplemente se había vuelto demasiado solicitado como para no responderme cortantemente, así que pocas veces compartimos algún mensaje por redes sociales, hasta que dejó de responder.

Estaba cruzando justo la mitad de mi carrera, para mi suerte existía un pequeño intercambio con la Universidad de Tokyo, solo serían 6 meses lejos de casa, pero de igual forma sería la oportunidad perfecta para así volverlos a ver y buscar quedarme en esa ciudad que me encantaba.

Había coordinado con Chifuyu el hospedarnos juntos, nuestros padres siempre se habían llevado de maravilla así que esa parte no fue un problema, ellos tenían una pequeña casa cerca de la universidad, realmente únicamente viviría con él y su compañero de casa.

Sin embargo, al bajarme del avión y verlo parado saludándome desde lo lejos sentí unas enormes ganas de regresarme, de desaparecer de nuevo, no sabía cómo sobreviviría en casa de este chico, sabiendo que Baji viviría a una puerta de mi cuarto.

-No puedo creerlo, Ao, estas aquí!, carajo, te extrañaba muchísimo.- Chifuyu saltaba a mi dándome un fuerte abrazo, su cara era la misma, tenía esos mismos ojos revoloteantes y claro que habíamos crecido todos, su aspecto era encantador.

-Fuyu, yo tampoco lo puedo creer, agradécele a tus padres permitirme vivir en tu casa.-

-No agradezcas eso, sabes que eres como mi hermana, ven vamos a casa.-

Eso último me pareció irreal, el saber que viviría con ellos me daba un vacío en el estómago, tomamos el tren bala y nos pusimos al corriente con todo.

-No puedo creer que quieras ser veterinario.- En ese momento estábamos a unas calles de la casa.

-Si, amo a los animales, de hecho, tenemos un pequeño gatito negro, se llama Peke J.- Chifuyu aun cargaba mis maletas mientras yo llevaba una pequeña caja entre mis brazos, misma que contenía recuerdos de mi época adolescente en Tokyo, que quería compartir con todos.

-¡Qué hermoso!, por cierto... ¿Baji no tiene problema en que viva con ustedes? .-Era algo que quería saber desde que me había subido al avión, no pude evitar apretar el cartón al soltar esa pregunta.

-Para nada, de hecho la noche de hoy te quedarás en su cuarto ya que el tuyo aún no está del todo listo, él saldrá así que lo más seguro es que no llegue.- Al parecer no verlo cerca sería algo común.

-Está bien.- Suspiré aliviada, ya que nadie supo nunca lo que sentía por él, bueno casi nadie.

Entonces la pequeña casa se hacía presente frente a nosotros, era encantadora, tenía un estilo tradicional japonés, estaba sumergida en la modernidad, pero esta parecía un pequeño monumento al pasado, con hermosas plantas en el frente.

Entramos y la tarde llegaba, dejamos las maletas en la entrada, la casa por el interior era igual de tradicional, tenía muchas fotos con los chicos y entonces vi el rostro de Hina y Emma en una de ellas, las extrañaba muchísimo.

-Ellas también irán en la noche, están muy emocionadas de verte.- Chifuyu se desprendía de su chamarra de mezclilla y la colgaba en una de las sillas de comedor.