40. ¿Principio o final? ❤️‍🩹

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---🖤, Aquí Thunder, ya estamos a unos 3 capítulos de terminar, me da tanto gusto que les agradará, me encariñe tanto con Ao, ya que creo que en más de una ocasión no tenemos lo que deseamos por no comunicarlo--- 


Ao y Baji narrado a dos voces.

Todo se había dicho entre los dos, estábamos cercanos a llegar a la que ahora era mi casa, desde el primer momento en el que puse un pie dentro, jamás pensé que en periodo de 4 meses pasaran tantas cosas entre Keisuke y yo, todo el tiempo que no nos habíamos visto se estaba compensado con mucha velocidad, la ventana del cuarto de Baji se dejaba ver, siempre la miraba esperando verlo recargado tocando la guitarra o apagando su cigarro pero ahora a unos pasos de llegar las cosas eran diferentes, él caminaba detrás de mí y la madrugada iniciaba.

Llegamos hacia la puerta, esperé detrás de él mientras habría, escuchando tintinear las llaves, note que la moto de Fuyu no estaba, seguro estaba con su pelirroja, me daba gusto saber que alguien había iniciado bien su historia, Keisuke les había avisado a todos que ya me había encontrado.

Entramos, como de costumbre, Baji boto la chamarra de cuero en el sillón, ese que la primer semana fue mi cama, se giró y me miró unos momentos en la penumbra de la sala, todo era silencio.

-¿Entonces ...?- Dije, moría por saber que había pensado de camino, Ao no había dicho ni una sola palabra de regreso, quizá era por que no merecía que me dijera nada.

-Nada.- Me dolía decir eso pero si seguimos haciéndonos daño no podría, Baji era el gran amor de mi vida y no debíamos estar en una dinámica de estira y afloja de la manera en la que venimos haciéndolo.

-Bueno, en ese caso me subiré y si quieres todo esto puede terminar, solo no olvides que soy tuyo.-Las piernas se movían apenas, pero lo mejor era irme, si la miraba un momento más empezaría a llorar, ella se veía igual, esos verdes ojos se le comenzaban a inundar de lágrimas, había hecho todo mal, antes de dar el siguiente paso, Ao mencionó con su voz tenue.

-Keisuke...cuando te conocí me paso lo mismo, me enamore de ti, sentí siempre todo por ti, cuando nos reencontramos te quise más, el día de los fuegos artificiales me senté a tu lado, deseaba tomar tu mano, siempre que me subía a tu moto me encantaba el aire que me daba en el cabello pero me gustaba más que era una excusa para tomarte, para abrazarte, guarde todos nuestros recuerdos en una caja que está debajo de mi cama, que traje conmigo de nuevo a Japón y ahora quisiera olvidar....-Fui interrumpida mientras en la oscuridad medianamente iluminada por la luz que entraba desde la cocina, Baji se acercaba a mi con pasos más cautelosos que los que habia dado en el templo, ahora su cabello negro le rodeba el rostro, fundiendose en la oscuridad.

-Ya entendí, ya no quieres nada, quiza debimos ser más claros antes...- La tome con lentitud por los brazos, no quería oír más, me aproxime a ella para verla entre las sombras por última vez de esta forma tan íntima, cuando continuó sin despreciar mi agarre.

-De olvidar tus besos, de olvidar ese beso en el baño de la casa de la playa,.... pero no podré, nunca podré y por eso siempre sere tuya, Keisuke.-Suspire y con rapidez me puse de puntas sobre mis dedos de los pies y lo bese, por más que lo quería dejar ir, entendí que no podría.

Esperaba todo menos eso, lentamente nos besamos cercanos al marco de la escalera, su cuerpo rodeaba el mio, baje lentamente a su cintura, percibía su olor a fresa, quería que las palmas de mis manos recorrieran todo su cuerpo para nunca olvidarlo, subí las manos a su nuca y la presione con más fuerza a mi rostro, si este sería el último beso, tendría que ser el mejor para este amor tan caótico y eterno por Ao.

Me separe de su boca que deseaba más al igual que la mía, lo contemplé durante unos segundos, Keisuke era desde niño tan hermoso, su forma de ser tan única desde siempre, tan leal, la manera en que sus colmillos se mostraban al sonreír, la forma en que sujetaba su cabello, el olor a bosque húmedo que siempre desprendía, adoraba a su mamá al igual que a todos sus amigos, era comprometido, siempre me cuido, siempre fue él, siempre habíamos sido. ¿Por qué nos costó tanto tiempo?

-Keisuke, tienes que prometerme algo, ya no podemos pasar tanto tiempo en silencio, ya no podemos suponer, ya no podemos dañarnos, ya no podemos ocultarnos, si hacemos esto, será de la manera adecuada, diremos todo, no supondremos, no nos dañaremos y dejaremos de ocultar todo lo que sentimos, si haremos esto será en disculpa por todos los malentendidos que nos separaron, si la propuesta sigue en pie ¿Lo intentamos?.- El corazón me explotaba, el solo dejo ver sus hermosos caninos y beso mi frente, me sentí en casa.

-Ao, esa oferta nunca ha expirado, claro que sí, no tienes idea de lo feliz que me haces.- Rapidamente la cargue por los muslos, ella abrazaba mi cuello y se reía de felicidad, por las escaleras como pude subi y camine directo a su recamara, la deje caer en su cama y la mire, sus ojos verdes, su largo cabello negro, su palida piel y su hermosa sonrisa, la abrace con fuerza. -Haremos esto bien, ya no te perderé.- Sentencie.

Busque su rostro con mis manos, el se estiro y dio un beso en mi clavícula, cole mis dedos entre su cabello, mire de reojo la hora y las 3 de la mañana daba inicio, mi cuerpo entero se relajo, todo el peso que había sufrido sobre mi esta semanas había desaparecido, ahora el me sujetaba con fuerza y sentía que jamás podría caer de nuevo.

La mañana llegó por mi ventana, no sentí su cuerpo a mi lado, me incliné rápidamente y lo ví sentado en el piso con toda mi caja expuesta llena de recuerdos tontos.

-¿Qué haces?.- Ao se frotaba un ojo con su cabello alborotado que me fascina, lo cierto era que al despertar, la miré dormir con esa cara de paz, observe cada parte de su habitación y recordé que esa caja llena de recuerdos al igual que mi corcho estaba debajo de su cama, ciertamente me gano la curiosidad y la había abierto en lo que ella dormía.

-Perdón, miraba tus recuerdos, completan los mios, se que no debí..-Baji me miraba con cierta culpa, pero a mi solo me daba pena que estuviera viendo esos recuerdos tan bobos.

-No pasa nada, son tuyos y míos.- Ella se bajo a un lado mio de la cama, mientras platicabamos de cada uno de los detalles que había guardado, desde la envoltura de la paleta que nos unió, una flor que corto el día del templo que casi la bese, uno de mis anillos que nunca me devolvió, una foto que Fuyu nos había tomado desprevenidos caminando un día al Dojo, mi cinta negra de Karate, un libro sobre gatos que le preste una vez... entre muchas más cosas.

-Ao.-Estaba a punto de decirlo, de decirlo de verdad.

-¿Si, Keisuke? .- Sonreí radiante al verlo con la luz de la mañana en sus ojos ámbar.

-Si no te había quedado claro... te amo.- Ella se acerco lentamente y me beso con dulzura, dulzura que en un instante se volvió fuego, como los rayos de sol entrando por la ventana. 


-🖤 la ilustración de arriba son ellos, sin duda-

-🖤 la ilustración de arriba son ellos, sin duda-

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-BAJI KEISUKE-MALENTENDIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora