El amor es algo tan frágil que los pequeños malentendidos pueden distanciar a las almas gemelas durante mucho tiempo.
El amor es algo tan real que hará todo lo posible por unirse a su destino.
Es una historia llena de esos malentendidos que de no...
--Aquí Thunder, cuando pienso en Ao imagino algo así 🖤👆🏻, ¿Ustedes piensan en ella así?--
Kaminari Ao.
Estaba tan cansada, el día de ayer había pintado el cuarto con Mitsuya y las clases del día de hoy habían resultado algo pesadas, sin embargo, Kakucho resultó ser una buena compañía y pasamos incluso el receso juntos.
Pero ahora estaba en mi cama y sabía que Baji había salido con Chifuyu y la prima de Inupi, en una tonta cita doble.
Sin duda en la noche escucharía su romance en el cuarto de a lado.
No podía seguir en este estado, el solo pensar en Baji con alguna otra chica me ponía mal, era tan raro, así que decidí terminar de decorar mi recamara.
Termine de desempacar y note mi caja de recuerdos, no quería verla en un tiempo, la puse debajo de mi cama, coloque una de las fotos de mi familia en mi pequeño escritorio y me dispuse a colgar toda mi ropa, el closet al tener tanta ropa negra era suavizado por el tono lila de la recamara.
Salí un momento al pasillo y la casa en verdad estaba en silencio, caminé hasta la pequeña terraza que teníamos en la parte de atrás, misma que miraba hacia el pequeño jardín de la casa, recordé en ese momento que tenía una pequeña tira de luces, misma que le irían perfecto a este lugar.
Las coloque y el pequeño espacio ahora lucía mucho más... ¿romántico? de alguna forma recordé mis dedos tocando su tatuaje, eran sin duda puras mentiras... y sin duda Baji seguía siendo el mujeriego que era cuando adolescentes, hacía falta mirarlo para entender que nadie le diría que no.
Contemple el cielo por un largo rato, no lucía como en la playa, aquí las estrellas eran más difusas, menos notables, pero existían, sin embargo, el frio llego, era tarde, estaba más que claro que Fuyu y Baji no llegarían a dormir.
Me adentré de nuevo a la casa, perdí un poco el tiempo mientras miraba una película en la sala esperando verlo entrar, pero nada, seguramente ahora estaba pegado a aquella chica de piernas largas, tocándola, besándola...
En ese momento Peke J brincó sobre el sillón y se recostó a mi lado con cierta cara de reproche.
-Lo se, lo se, Baji no debería de gustarme tanto...- Suspire mientras rozaba mis dedos en su suave frente.
-Moww.-
Hasta Peke J confirmaba mis palabras, los ojos se me entrecerraron en la obscuridad de la sala y simplemente me recosté en el sillón apagando la tele, quedando profundamente dormida.
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