41. Un final 🍋

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Kaminari Ao.

De un momento a otro en mi recamara tenia a Baji sobre mí recorriendo con sus manos, mi cuerpo, no dejaba de verme, el ámbar de sus ojos me incendiaba, mi piernas por reacción rodearon su cadera atrayéndolo a mi ejerciendo presión sobre mi punto débil, rodabamos en mi cama, cada detalle de su rostro era imposible de olvidar.

La mayor parte de nuestra ropa desapareció, nos mirabamos con intensidad, lo sujetaba por la espalda con la intención de no dejarlo escapar, ese tatuaje en el pecho recorrido por la punta de mis dedos me remonto a todo el tiempo que lo aneleh, que lo quise y lo espere.

Me tomó por sorpresa un par de sus dedos entrando con suavidad debajo de la última pieza de ropa que llevaba, mientras suspiraba en mi odio.

-AHH.- Se liberó, mientras jugueteaba con ellos entrando y saliendo de mi, provocando que yo soltara un leve gemido.-Ao, no tienes idea de lo mucho que deseaba tocarte.- Esas palabras erizaron mi cuerpo.

-Keisuke....no te detengas por nada.- Suspire, liberándome, quería decirle esto muchas veces más.

Con rapidez mis manos buscaron sus boxers y los deslice, no mire, pero lo sentí palpitante entre mis manos, su grande y erecto miembro, lo moví de arriba abajo, mientras el aun no me liberaba, la humedad que percibía en mi era abrumadora,su boca se postró sobre mi cuello, ambos jadeamos dandonos placer.

Era una orquesta de gemidos, de sonidos húmedos y besos entrecortados por nuestro aliento, su dedo pulgar comenzó a jugar con mi clítoris de manera circular, provocando electricidad, percibí un orgasmo llegar, pero antes de lograrlo sus palabras me sacaron del trance.

-Te quiero lamer.- Sentencio mientras me soltaba y se postraba desnudo sobre mi, lo mire, su cuerpo completamente palido, cada musculo en el se dejaba ver, ese tatuaje que era yo, comenzo a retirar mi pantaleta, me miro con deseo, me miro con tanto ardor que me paralice, nadie me había mirado así nunca y estaba segura de que yo jamás había visto nada igual, dejo caer un hilo de saliba y comenzo a lamerme con lentitud, postro sus largas manos en mis caderas atrayendome a su boca, deborandome, notaba mi exitación en la punta de mis senos, sujete su cabello negro entre mis manos y comenzo a introducir de nuevo sus dedos en mi a la par.

-Keisuke...estoy muy...-

-Espera, espera hermosa, dame más....- Succiono y me miró desde abajo, el sol de mi ventana le cubría el cuerpo entre mis sábanas, sentí como las puntas de mis pies se encogían, estaba tan cerca de sentirlo de nuevo, pero no así lo quería dentro de mi.

Así que lo sujete con fuerza del cabello.

-Keisuke, mírame.- Levantó su bella cara dejándome ver sus dientes filosos.-Te deseo dentro de mi.

Se congeló, me miró unos segundo y salió corriendo a su recamara.

El latir de mi corazón era lo único que escuchaba, seguramente tenía la protección en su cajón y por alguna razón comencé a tocar mi entrepierna en lo que regresaba, sentía un gran vacío.

Cinco segundos más tarde estaba de nuevo en el cuarto.

-Jamás había corrido tan rápido, Ao, ¿Estás segura....- Me miró con la mano en la entrepierna y se acercó con lentitud se postró a un lado de mi con sed en los labios.- Súbete, hazlo tu.-

Como si de una orden se tratara, me liberé y con las piernas abiertas subí lentamente sobre él.

-He imaginado tantas veces esto...- Suspiré, él solo me regaló una gran sonrisa y respondió levantando su miembro para adentrarlo en mi.

-Yo igual...- Baje lentamente, lo sentí, era grande, incluso dolio unos segundos y latia, todo mi cuerpo se complemento, era una sensación única, comenzó a mover sus caderas a mi ritmo, mientras me sujetaba de la cadera provocandome, adentrarlo más en mi. -Keisuke...es muy grande.-

-BAJI KEISUKE-MALENTENDIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora