10.El amanecer 🌤

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Kaminari Ao.

Al despertar note la ausencia de su cuerpo, Baji no estaba en el cuarto. A penas podía creer que todo lo que había pasado entre los dos, el recordar su cuerpo pegado al mío, sus ojos recorriendo mi silueta en la oscuridad me estremecía el cuerpo, pero ¿Ahora que se supone que iba a pasar?¿Y si Baji solo se estaba divirtiendo? y quizá no le guste tanto como para no estar aquí.

Me dirigí a la puerta del cuarto, la casa permanecía en silencio y el aspecto de la sala era deplorable, Chifuyu dormía en el sillón con la chica pelirroja de la noche anterior. Con la cantidad de botellas que estaban el suelo podría haber construido una barda.

Camine con una extrema cautela, el sol aún no salía del todo, lentamente me dirigí al balcón, note el mar moverse con lentitud y recordé el sabor de ese primer beso, pronto mi vista se topó con Mitsuya recostado en la arena. Baje las escaleras en dirección a la costa.

-Mitsuya ¿Estas bien?.-

-Ao, si, esperaba por el amanecer, siéntate, veamos como sale el sol.-

Lentamente me senté a un lado de él, era cierto que las nubes se despegaba y lo tonos naranjas aparecían en el cielo, dando paso a los tonos ámbar del sol, lentamente en mi mente se presentaron los ojos de Baji en mi memoria, sonrojando mi rostro.

-¿Ya se besaron?.- Mitsuya volteaba a verme con su dulce rostro siendo iluminado por los primeros rayos del sol, sus ojos curvados y su despeinado cabello, aún conservaba la ropa del día anterior al igual que yo, solo con el pequeño detalle de que llevaba puesta una playera de Baji.

-HEY QUÉ COSAS DICES.- Mi rostro aun se coloreaba

-Ao, no pasaste la noche con todos y resulta ser que Baji tampoco.-  Ahora su mirada se posaba en el lindo amanecer, el mar comenzó a moverse con mayor fuerza y el calor del sol comenzaba a surgir.

-Pues... si, solo que me da miedo de no gustarle como a mi me gusta..-

-Vaya.... ese miedo también me persigue.- Suspiro lentamente.

-¿Cómo? .- No comprendía bien su última oración y ahora recordaba esa conversación con Mitsuya hace años atrás.

-No, nada, pues mira si Baji se pasa contigo es cosa que me lo digas, no lo dudes.- Su mano se colaba entre la arena tomando la mía con fuerza, Mitsuya tenía eso que Baji nunca me había proporcionado, era la seguridad de que sus palabras eran certeras.

-Te puedo hacer la misma pregunta que hace unos años...-

-Si, la respuesta sigue siendo la misma Ao.-

Escuché como unos pasos se hacían paso entre la arena y lentamente separé la mano de Mitsuya de la mía y entonces Draken se desplomó a un lado de Mitsuya.

-Ao, me dijo Baji que te lastimaste la mano anoche eso es ¿Cierto?.- Draken iba en shorts dejando ver su largo torso y unas pequeñas mordidas que sabíamos provenían de Emma, provocando que Mitsuya examinara el cuerpo de Draken con los ojos bien abiertos.

-Si, me caí y rebané mi mano con una botella, no se que haré en clases, espero sane pronto.-

-Ah, pensé que Keisuke mentía... Espero que no se te dificulten tus primeros días.- Draken frotaba su nuca evadiendo la mirada escrutadora del chico de cabello lila.

-Tengo más vendas en mi maleta por si quieres una.- Mitsuya me miró, mientras Draken se levantaba y se estiraba, seguramente la noche lo dejó hecho polvo.

-Bueno chicos iré a nadar, ven Mitsuya vamos un rato.- El dragón corrió rápidamente al mar.

-Ao, no te preocupes por Baji, yo estoy aquí para ti,  iré un rato con Draken.-

Mitsuya se levantó y se desprendió de su playera corriendo para sumergirse en las olas, mientras el día daba  su inicio.

Los observé durante un rato, ese par siempre había sido inseparable y saber que Mitsuya era justo como pensaba que sería de grande me llenaba de alivio.

Camine de nuevo a la casa, en el momento que subi cuatro escalones noté la delgada figura de Baji, nuestros ojos se cruzaron, pero el nervio me invadió y traté de subir rápidamente para dejarlo atrás, pero entonces su mano tomó mi muñeca al pasar deteniéndome.

Mi corazón comenzó a latir, gire mi cuerpo para ahora topármelo unos escalones debajo de mí, su mano se desplazó hasta entrelazar sus dedos con los míos.

-Ao, anoche....- Su cara se acercaba a la mía pero ahora mis latidos eran más fuertes que el sonido del mar

-Baji...- No tenía ni idea de como manejar esto, quería besarlo, pero ¿Por qué se fue?.

-¿Baji..?- Alzó sus cejas con incredulidad y mordió lentamente su labio inferior a una distancia casi nula de mi boca, noté su cuello tensarse y como su mano me apretaba un más, prosiguió susurrando en mi cuello .- Anoche ya me decías Keisuke.-

-Mit..suya.. Mitsuya y Draken están nadando, nos podrían ver...- La cara del azabache se endureció por completo al oírme decir el primer nombre, se separó de mí pero no me soltó de la mano.

-¿Te molestaría? .- Su gesto era de enojo, Baji siempre decía todo con su rostro, o casi todo.

-Pues anoche le mentiste a Draken, supongo que no querías que supieran que estabas besándome...suéltame me lastimas la mano.- Rápidamente aparté mi mano, aun nos mirábamos de cerca, estaba molesta más que nada por el hecho de su desaparición temprana.

-Pues supuse que no querías que se enterara, ¿Acaso le dijiste esta mañana? .- Arqueó su ceja y lamió con la punta de su lengua su afilado colmillo, tenía ese gesto siempre que se comenzaba a desesperar.

-No, no quería que quedarás como un mentiroso, además...- No iba a hacerle un drama por irse, no éramos nada y quizá eso sería lo mejor antes de complicarlo más, por mucho que me doliera.

-Además ¿Qué?...-

-Nada, Baji, buenos días...- Me volteé y comencé a subir las escaleras, note de reojo que iba ya caminando en la arena.

-BAJI KEISUKE-MALENTENDIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora