-BAJI KEISUKE-MALENTENDIDOS

12.Quiero más de ti 🍋

Kaminari Ao.

Al entrar en su habitación rápidamente me dejo caer sobre su cama, mis piernas rodeaban su cuerpo por las costillas, no era posible que estuviéramos repitiendo lo vivido de una noche anterior, sus largas manos sujetaban fuertemente mis piernas, el sonido de nuestros jadeos, soltando leves suspiros, la tela de mi falda subio demasiado y ahora sus manos sujetaba mi cadera, fuertemente sin dejarme escapar.

-Ao..-

-Ahhha...- Solté jadeante entre beso y beso, lentamente sentí como sus dedos jugueteaban con el resorte superior de mi pantaleta queriendo desprenderme de ella. 

-Ahora que te tengo así hare todo lo que he deseado... si ayer no nos hubieran interrumpido..., no voy a parar, así que si quieres que me detenga es el momento de decirlo.-

Sus palabras me impactaron tanto, que no puede evitar preguntarme ¿Cuánto tiempo llevaba deseándolo? ¿Desde que regrese? ¿Desde el día de ayer? O desde el día del callejón... imposible éramos muy jóvenes, ¿Entonces desde cuándo?..

-Ao..- Mi nombre en su boca me saco del transe en el que me encontraba.

-No pares...-

La luz de la luna entraba azulada por la ventana, note su cuerpo erguirse y dejarme acorralada debajo de el, su rostro rodeado por su cabello me dejo atónita, a pesar de ya haberlo visto tan de cerca y ser besada por el, parecía imposible no admirar su belleza, quería concluir lo que dejamos pendiente, su mano comenzó a quitarme lentamente la preda, sus ojos  amarillos ahora eran tan tiernos, pero su impaciencia era grande.

-Muevete a un lado, no quiero que veas mi cara...-La posición en la que nos encontrábamos ahora era de frente, hace unos momentos era algo más como tres cuartos y en definitiva no quería que me viera al momento de tocarme.

-Lo que más quiero ver es tu cara....- Sus dedos se deslizaron rápidamente sobre mi monte tocando con suavidad mi botón, un leve gemido retumbo en las paredes, aun con casi toda mi ropa puesta me sentía completamente expuesta, Baji me miraba sonrojado y entonces abruptamente comenzó a besarme de nuevo con mucha pasión.

Sus dedos trazaban constantes formas circulares sobre mí, su otra mano subió hasta mi busto y tomándolo por encima de la tela comenzó a tocarlo, sus besos y movimientos me tenían completamente fuera de mi, ¿Pero si esto nos condenaba?, de pronto sentí como sus manos recorrieron hasta abajo llegando a mi entrada y sumergiéndose, tenía mucho tiempo sin sentir esto.

-Agh!, carajo estas muy húmeda ..- Su boca daba una leve mordida sobre el lobolu de mi oreja.

-No digas eso...-

-Estas empapada, dime como te gusta... ¿Asi?.- Baji entro lentamente con dos dedos.

-Aha...- Libere suavemente

-o ¿Así Ao?-, Ahora tocaba rápidamente las paredes de mi interior, entrando y saliendo con velocidad, adentrandose de manera curva, sus dedos se movían dentro de mi con gran fluidez, mi cavidad se contraía, mis fluidos crecían y sabía que mi excitación llegaba hasta la punta de mis pies.

-Ay! Si, si así...-

Note una sonrisa en su rostro y lentamente me liberaba, para desprenderse de su camisa, su cuerpo algo enrojecido por el sol del día de hoy dejaba ver cada músculo que resaltaba su tonificado cuerpo, el tatuaje que llevaba en el pecho y sus collares brillaban más con el tinte de la noche, su cabello ya estaba completamente seco, sus ojos ámbar me admiraban mientras jadeaba un poco y era sin duda el chico más hermoso que hubiera visto.

Se dirigió hacia el filo de la cama a la altura de mis pies, me imaginaba lo que pasaría y de solo pensarlo me puse nerviosa.

-Ao, te dije que no pararía.- Subio la tela de mi fada muy en lo alto hasta mi cadera provocándome escalofríos y expectativa, dejándome completamente desnuda de la parte baja ante sus ojos.

La pena que me estaba invadiendo era irreal, jamás ni por un momento cuando lo conocí creí estar así con el, pensaba que lo de ayer no se repetiría jamás, abrió mis piernas y se colocó en medio de ellas, lentamente me jalo desde la cintura hacia su boca, soltó una sonrisa maliciosa con sus bellos colmillos  y comenzó a lamerme como un helado.

-Baji.. espera..-

-No me digas BAJI, soy KEISUKE.- Regreso a lo suyo, lamia con suavidad, era la primera vez que experimentaba esta sensación de humedad con humedad, el tacto de su lengua recorriendo mis labios mayores provocándome una reacción única.

Al bajar mi mirada y verlo entre mis muslos note la punta de mis senos que me confirmaban esa exitacion, mis dedos sujetaron su sedoso y negro cabello apretándolo contra mi, no quería que parara por nada del mundo.

Sus agarre era firme, ahora si no me dejaría desprenderme de el, mi botón esta siendo lentamente succionado, yo sentía cada pequeño jalón, con su saliva escurrir, incline mi cabeza hacia atrás perdiéndome en el placer de su boca devorándome.

Mis gemidos y la viscosidad del sonido eran tan exitantes, Keisuke lo estaba haciendo con tanta calma, parecía disfrutar cada parte de mi, aceleraba y enfrenaba de vez en vez, sus dedos se introdujeron dentro de mi mientras su lengua aun daba su recorrido, la entrada y salida era la parte que necesitaba para concluir.

Volví a verlo y nuestros ojos chocaron, una recorrido eléctrico me lleno por completo. 

-No podré olvidar esto jamás.- El vapor de sus palabras choco con mis pliegues.

Cada parte de mi se contrajo pues sabía que yo tampoco olvidaría esto, tenerlo justo así sobre mi era de las fantasías que más de una noche tuve , mis muslos rodeaban su rostro, soltaba leves sonidos de agrado, todo su cuerpo estaba tenso, note las venas de sus brazos.

Mi espalda se acerquéo por completo.

-Eso, eso hazlo, hazlo Ao... liberate.-  Baji sabía que estaba muy cerca así que acelero el paso.

-No, no puedo Kei..suke..-

-Vamos quiero más de tu sabor...-Succiono con gran fuerza mis pliegues y adentrando sus dedos en mi sin darme descanso, lo sentí venir, todo mi cuerpo experimento un enorme placer.

Gemí fuertemente, liberando toda mi humedad y Baji rápidamente poso su boca en mi entrada, no dejo ni una parte de mi sin ser recorrida por su lamer, subio lentamente hasta mi abdomen dejando pequeños besos mientras sus manos me rodeaban las caderas, parecía un león rodeando a su presa.

-Eres hermosa.- Suspiro volteando a verme desde abajo sonrojado, quizá antes todo era más simple por que solo lo imaginaba, pero ahora que lo había vivido, sabía que me seria aun más imposible desprenderme de él... aún sin saber si me quería igual o no.. aunque no amaneciera a mi lado.