42.Nos lo debíamos (Final)

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🖤 Capitulo Final (Descuiden tendremos un especial)  

Kamari Ao 

Regrese a casa, Fuyu estaba dormido con los audífonos puestos y un manga shojo apunto de caerse del pecho hacia el suelo, en ese momento sentí las manos de Keisuke recorriéndome desde atrás postrandose sobre mis caderas, dejando un beso en mi cuello.

-Por fin llegaste Ao, te estuve esperando..-Susurraba mientras me besaba aun, lentamente me gire para ver su pícaro rostro.

-¡No puede ser! Olvide unos apuntes para mi examen de mañana.- Despistada mire el reloj y note que aun me daba algo de tiempo para regresar al campus.

-Siempre tan responsable...me encantas.- Beso mi boca lentamente atrayendome a el, su cabello bajaba por su cara, su cuello se tensaba mientras finalizaba dandome una pequeña mordida en los labios.-¿Quieres que te lleve al campus?.-

Perfecto lo había conseguido.Sonreí asintiendo.

Caminamos por el campus hasta llegar a mi facultad.

-Anda, vamo rápido al salón, te quiero enseñar algo.- Dije emocionada.

Baji solo sonrío, quitandose la chamarra de cuero, me siguió por el pasillo sujetando mi mano.

-Si que tus salón luce diferente al mio, esta lleno de color.- Se adentraba junto a mi mirando los trabajos de todos, sin tocar nada como un gato curiosiando, exactamente igual que Peke J.

-Si, pero aún a a pesar de eso seras un gran abogado, eres muy bueno debatiendo.- Me acerca a mi estación de trabajo, para lentamente quietar la tela que cubría mi cuadro.

-Si..¿Qué querias enseñar....?-Baji se giro sobre sus talones en mi dirección y su cara fue justo la que había imaginado.

-Esto lo quiero poner en tu cuarto, es un...- Su expresión me había dejado atónita, sus ojos lagrimearon un poco.

-Un recuerdo, esta realmente hermoso, llegaras muy muy lejos Ao, no puedo creer que recordaras ese día con tanta claridad, el cielo se veía justo así...fui un tonto.- Camino en mi dirección hasta posar sus manos sobre mi cadera y dejar un leve beso sobre mi frente.

-No, no lo fuiste, todo se tenía que dar de esta manera..- Lo abrace lentamente, su corazón se sentía con la misma intensidad que siempre, su barbilla se apoyo sobre mi cabeza y me sujeto aun más fuerte.

-Pude haberte besado ese día...-

-Ahora nos besamos diario y con eso esta bien para mi.-

Nuestros ojos se fundieron en una mirada y un beso suave que crecio se daba en la mitad del aula entre los dos, sus manos me apretaban con fuerza, sin deseo de que pudiera escarpar de él, todos sus movimientos me demostraban siempre lo mucho que me quería a su lado.

-¿Me lo puedo quedar? .- Suspiro entre beso y beso.

-Pensaba ponerlo en la sala.- Ahora se fusionaban nuestras sonrisas.

-Pobre de Fuyu! Ha, pero si me gusta la idea.-

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Sujetada del torso de Baji en su moto le grite.

-¡Para aquí anda!-

Detuvo la moto enfrente de una tienda de conveniencia.

-¿No prefieres ir a algún lugar por algo de cenar?.-

-No, no espérame aquí.-

Al momento de salir de la tienda, sujete una paleta azul frente a el, lentamente se le entregue sonriendo, el solo se bajo rápidamente de su moto y me abrazo.

-Eres una hermosa, comienzo a creer que no habias olvidado ningún apunte.- Susurro sus palabras serca de mi odio generando escalofríos.

-Que listo!,-Reí por lo bajo-Quería que hicieramos algo diferente,pero anda apurate que se deshace y ademas quiero ir a un ultimo lugar.- Lentamente se desprendio de mi, su rostro era el de un niño, estaba rojo y dejaba ver sus lindos colmillos, quien diría que este tipo que se ha roto los nudillos por mi, me miraria con tanta dulzura.

Tomo con su boca la paleta, chupandola de una manera que me provoco recordarlo entre mis piernas, desvie la vista, terminandome la mia.

-¡Que estas pensando, Ao!.- Dijo mientras se reía y colocaba de nuevo en la moto,movia su sedoso cabello mientras se ponía el casco, de provocaba de todo verlo hacer eso y el sabía perfecto lo que hacia.

-Nada, nada, vamos al Dojo.-

-Lo que tu ordenes, amor.- La cara no dejaba de ponerseme roja.

Al momento de bajarme, note su cara, era cierto que la ultima vez que habiamos estado aquí, no había sido muy sencillo, pero quería que antes de que se hiciera mucho más noche fueramos a un lugar en especifico.

Caminamos en silencio hasta llegar a las paredes de aquel entonces.

-Vamos metete.- Dije mirando entre las dos angostas paredes.

-Ao, que picara estas.- Sonrió dejándome los nervios en la garganta.

-Keisuke, esooooo no, me refiero a que te metas entre las paredes.-

-Pero....-

-Shhhh, vamos vamos.- Lo empuje, todo estaba igual, todo menos nosotros.

-Estas loca, pero siempre me has gustado así.- Ambos nos remolinabamos entre las estrechas paredes.

-Bueno y ahora.- Lo tenia de frente, notaba cada musculo en su cuello, como se sujetaba las rodillas abierto de piernas frente a mi pues apenas si cabiamos, el cuerpo se me tenso.

-Ahora dejare saldado lo que me debía.- Lentamente recorde esa tarde de verano, el sol en su cara, su cara tan joven, ahora la luna en sus ojos y su aspecto tan afilado y me abalancé sobre sus labios, el me sujeto rápidamente, sin dejarme escapar, parecía que detenía el tiempo entre sus manos.

Sus grandes palmas recorrían mi espalda, mis piernas, mi cabello y las mias hacian lo mismo, ahora todo estaba en orden, Keisuke era y siempre sería para mi, despues de tantos malentendidos, eramos al fin uno solo.

Lentamente susurro, mientras me devoraba la boca.

-Lo que nos debíamos.-

-BAJI KEISUKE-MALENTENDIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora