Capítulo 3

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Me he despertado a la hora de siempre para salir a correr. Intento dormirme de nuevo pero no parece funcionar. Mi subconsciente me está diciendo que salga. Pero no. Si salgo gana él y si no salgo ¿qué gano? Porque realmente me apetece... pero no puedo ceder tan pronto. Además ayer me puso muy nerviosa. Y yo no me suelo poner así. Y menos por un tío. Dios mío, esto no es nada bueno. No pinta bien. Si ya me pone así cuando apenas nos conocemos y hemos hablado... no me quiero ni imaginar si nos vemos más. ¿Realmente le estoy dando tantas vueltas a las cosas? Se supone que no soy así. Que dejé todo eso atrás cuando empecé la universidad.

Me levanto de la cama para vestirme. Decidido. Voy a dejarme llevar. Voy a salir a correr como hago todas las mañanas. Si está bien y si no lo está, bien también. Salgo a correr porque siempre lo hago. Todos los días. A excepción de algún que otro domingo. Pero hoy, aunque es domingo, he decidido salir a correr. Porque me he despertado antes de lo esperado. No por Jones. Que supuestamente saldrá a correr también. Bien Karlie, sigue auto convenciéndote. Quizás para cuando salgas de casa te lo creas de verdad.

Me visto, me recojo el pelo y cuando decido coger el móvil para ponerme la música recuerdo que al final no llegué a mirar el mensaje que me mandó mi madre. No estará muy contenta por tardar tanto en responder.

Lo abro y se me descompone la cara:

Hola, cariño. Tu padre va a venir a casa en unos días y le gustaría verte.

Genial. Este hombre y su don para la oportunidad.

Le respondo a mi madre con un: ya veré.

Porque efectivamente, ya veré. Sí, él me paga la universidad. Pero el motivo es para limpiarse la conciencia por abandonarme de pequeña. Quizás el término "abandonar" no sea el más adecuado pero es el que más se asemeja a la realidad.

Ya no me apetece salir a correr. Si veo a Jones se va a dar cuenta de que algo va mal conmigo. Se me da muy mal disimular. Es que ni me apetece verlo tampoco.

Así que nada, me ducho, me coloco un pijama limpio y me voy a desayunar. Me hago tostadas francesas. No suelo pasarme el día en pijama y si lo hago suele ser por dos motivos: o me ha venido la regla o mi padre ha hecho de alguna forma acto de presencia. Y ninguno de los dos motivos son buenos.

Después de desayunar, me coloco en mi cuarto a hacer los trabajos que ya nos han mandado. El plazo no es hasta dentro de tres semanas, pero cuanto antes me lo quite mejor.

Así es como me paso el día entre trabajos por la mañana y después de comer. Y cuando decido que es suficiente, voy a la cocina, me hago palomitas y cuando están hechas, me traslado al salón a ver una película.

No entiendo cómo después de tanto tiempo mi padre sigue teniendo ese poder sobre mí. Sobre todo después de no haber estado en mi vida durante casi toda ella. Es alucinante. Odio que aparezca porque siempre destroza a mi madre cuando se va. Siempre. Y después la que tiene que estar ahí para ella soy yo.

Me suena el móvil. Seguro que es mi madre. No quiero cogerlo, así que lo dejo ahí. Al rato vuelve a sonar, pero no es el tono de llamada, sino el de los mensajes. Y suena varias veces. Parece que sí que está molesta. Bueno, yo hoy lo estoy también, así que nos entendemos.

Kylie entra en el salón y frunce el ceño.

一Das pena.

Supongo que mis pintas lo dan.

一Me he duchado esta mañana. Así que puedo dar pena pero estoy limpia.

一 ¿Y esto 一mueve las manos refiriéndose a mi situación actual一 a qué se debe?

一Mi madre me ha dicho que mi padre va a venir y quiere verme. 一Le respondo encogiéndome de hombros mientras no despego la vista de la pantalla.

一Vaya. El señor Carter hace acto de presencia.

一Y ni siquiera ha contactado conmigo antes como otras veces. Es decir, seguro que se están viendo de nuevo. O hablando.

一O acostándose.

一Díos mío. No hacía falta tener esa imagen en mi cabeza. 一Le reprendo mientras cojo el cojín y se lo tiro a la cara.

一Karlie, 一me dice mi amiga mientras se sienta a mi lado一 no puedes ponerte así siempre. Lo ves, le saludas, asientes y listo.

一Lo sé. Si el problema no soy yo.

Kylie asiente. Y es la verdad, el problema no soy yo. El problema es aguantar después a mi madre.

Supongo que por eso me gusta tan poco la relación de Kayla y su novio, porque me recuerda a la de mis padres. Una mierda.

一Bueno, ¿qué estás viendo?

Pero antes de poder responder, Kendall aparece:

一 ¿Has visto a Jones al final?

一 ¿Jones? ¿Quién es Jones?

一El chico con el que Karlie estuvo hablando anoche.

一 ¿El del culo?

一 ¿Qué culo?

一Nuestra amiga, 一Kylie me da una palmadita en la pierna como si tuviera que especificar que se refiere a mí一 salió a correr ayer por la mañana y se estiró delante de unos chicos, dándoles un plano de su hermoso pandero.

一 ¡Qué bien escondido lo tenías!

一Bueno, no he salido. Lo iba a hacer. Pero mi madre me escribió y se me quitaron todas las ganas.

No me apetece contar lo mismo dos veces y tampoco hay que sumar dos más dos para hacerlo.

Kenny se sienta al otro lado de mí y todas nos ponemos a ver la película.

Cuando es lo suficientemente tarde para ir a la cama, cojo el móvil. Tengo una llamada perdida de mi madre y un mensaje suyo. Pero no es todo, alguien más me ha escrito. Es Jones. ¿Cómo ha conseguido mi número?

 ¿Cómo ha conseguido mi número?

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La regla de los 3 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora