Capítulo 4

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Esperaba verte hoy.

Estoy en clase y por mucho que intento coger apuntes de lo que la profesora está explicando no puedo dejar de pensar en esas tres palabras. Porque no escribió nada más. Ni siquiera su nombre para darme a conocer que era él. Como si fuera evidente que yo lo recordaría. Y lo peor de todo es que es cierto.

Encima, ayer me costó tanto dormir que al final hoy me quedé dormida y ni siquiera pude salir a correr. Y creo que me hubiera venido bien despegarme.

Miro a mi izquierda y Kenny no parece levantar la mirada de los papeles que está escribiendo.

一Después te los dejo. 一Me susurra.

一Te debo una.

一Sí. Te recuerdo que no puedo ir a la clase de después, así que tienes que coger bien los apuntes.

一Verdad.

Mierda. Tenía clase en la otra punta del campus y encima Kendall no podía venir porque tenía cita médica. Y hoy estoy como para coger apuntes.

Cuando por fin salimos, me despido de mi amiga y me dirijo a la clase. Es la última del día. Una hora y media. Karlie, concéntrate. Tú puedes.

Me estoy mentalizando cuando de repente alguien aparece por mi lado.

一Esperaba verte ayer.

Ahí estaba él. Perfecto. ¿Cómo puede estar alguien de tan buena mañana tan descansado? Y yo contando los minutos para llegar a casa e intentar dormir de nuevo.

一Tengo prisa. 一Le digo.

Lo que menos me apetece es hablar en este momento.

一 ¿Dónde tienes clase?

一En el otro edificio.

一Perfecto. Cerca del estadio. Te acompaño.

Le miro y pongo los ojos en blanco. Y él me sonríe. Me derrito. Pero hoy no. Hoy no tengo ánimo para esto.

一No respondiste a mi mensaje.

一No respondo a desconocidos.

Levanta las cejas.

一Pero a mí me conoces.

一Te conozco de un día. Y ni siquiera sé tu nombre.

一Te lo dije.

一No. Me dijiste tu apellido. Que supongo que te llamarán así.

Se ríe. Dios mío... ¡Qué risa! Es grave como su voz. Y se le hacen dos hoyuelos en las mejillas. Me muero. ¡Qué tendrán los tíos con hoyuelos!

Se para y al darme cuenta de que no sigue a mi lado, me giro en su dirección. Ni siquiera me había fijado en cómo iba vestido. Lleva una camiseta de manga corta verde y unos pantalones marrones. Y el pelo parece estratégicamente despeinado. Tengo ganas de hundir mis manos allí. Karlie, contrólate.

一Joe.

一 ¿Qué?

一Es Joe.

一Joey. 一Le digo sonriente.

一Joe. 一Ya no sonríe tan ampliamente.

一Joey.

一Joe.

一Joey.

Sacude la cabeza intentando contener la sonrisa. Se coloca a mi lado.

一Pero nadie me llama así.

一 ¿Ni siquiera tu familia?

一No.

Por un momento algo ensombrece sus ojos y por mucha curiosidad que tenga sé que no es el momento para preguntar. Aparte de que apenas nos conocemos.

La regla de los 3 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora