Capítulo 22

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Son las tres de la tarde cuando nos levantamos. Creo que es la primera vez en mi vida que me despierto a esta hora en mi vida. Me estiro y las demás siguen dormidas a pesar de la luz que entra por las ventanas.

Cojo el móvil mientras voy a la cocina a hacerme una ensalada. No sé cuál es el plan de hoy, solo sé que Jones me dijo que estuviera lista para las ocho. Y tengo bastante tiempo hasta entonces la verdad.

Una vez que tengo hecha la comida, miro el móvil y obviamente cierta persona me ha escrito un mensaje.

Joey: ¿Sigues viva?

Yo: Todavía no te libras de mí.

Joey: No es algo que planeara. Al menos no a corto plazo.

Yo: ¿A dónde vamos?

Joey: A cenar.

Yo: Pero, ¿dónde?

Joey: A un sitio.

Yo: ¿Y después?

Joey: No lo sé. Podríamos improvisar.

Vale, improvisaremos. A mí se me da bien improvisar. Lo importante es la comida. Una vez tengamos el estómago lleno ya vemos.

Yo: Me parece bien.

Joey: ¿Estarías de acuerdo con eso?

Yo: Sí, ¿por qué no?

Joey: De acuerdo.

Improvisaríamos. No pasa nada. ¿Qué podría salir mal? Espero no descubrirlo.

Para las seis las chicas ya están despiertas, Kiera en su casa y yo estoy saliendo de la ducha. Me seco el pelo, me echo mis cremas y abro mi armario. Creo que estoy algo nerviosa. Sí, hace bastante que llevo con Jones. Bueno, a ver ¿qué será un mes y medio? Pero lo normal sería no sentir nervios pero los siento. Los llevo sintiendo desde que lo conocí y hasta hoy sigue sucediendo. No es en plan ansiedad pero es algo. Y no sé si quiero que en algún momento se borren de mi cuerpo.

Abro mi armario y después de mucho pensar me decido por un vestido blanco. Es palabra de honor y por la mitad del muslo. Me hago algunas hondas con las tenacillas y me maquillo. Por último me coloco unos botines negros con tacón. Pero como no sé a dónde vamos a ir después ni si aguantaré con los zapatos, cojo unos tenis que guardaré en el maletero. Sí, soy todo glamour.

Llega la hora y pegan al timbre. Y aunque bajo las escaleras lo más rápido que los botines me permiten, cómo no, las chicas llegan antes.

一Vamos a ver, ni que no lo hubierais visto antes por aquí. 一Digo empujándolas para que me dejen paso.

Cuando por fin llego a la puerta, me quedo embobada. Está muy guapo pero es que el capullo ya es guapo de por sí. Lleva unos pantalones negros vaqueros, una camisa blanca y una chaqueta de traje también negra.

Me lanza esa sonrisa ladeada que hace que no sienta las piernas. Parece que va a hablar, pero antes de que dijera cualquier cosa levanto la mano para que se espere y me giro hacia mis amigas que nos miran como espectadoras de una serie de televisión, lo único que les faltan son las palomitas.

一Nos vamos. Gracias por confirmar que era Jones el que llamó a la puerta. 一Nótese el sarcasmo.

一 ¡Pasadlo bien! 一Se despiden todas sonrientes antes de cerrar la puerta.

Pongo los ojos en blanco y me giro.

一Por fin... 一Logro decir con una tímida sonrisa.

Me acerco a Jones que sacude la cabeza y me tiende la mano. La tomo y me acerca a él. Me inclina y me besa. Noto una corriente eléctrica por todo mi cuerpo. Lo había echado de menos. Sí, solo había pasado un día, pero mi cuerpo lo había echado de menos.

La regla de los 3 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora