Capítulo 12

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Me acabo de despertar y tengo el pecho de Jones en mi espalda y su brazo sobre mi cintura. No sé qué hora es pero no ha sonado la alarma. Me incorporo con la intención de mirar la hora en mi móvil, pero tan rápido como lo hago, Jones me presiona sin dejar que me mueva, por lo que vuelvo a la misma posición de antes. No se está mal pero preferiría tenerlo de cara, al menos saber si está más o menos despierto o si se ha vuelto a dormir.

Parece que es lo primero, porque su mano se está moviendo hacia dentro. Lentamente. Parece que me está pidiendo permiso, o quizás dándome tiempo para reaccionar. Se está acercando a mis bragas. Vaya, hoy se ha despertado juguetón... aunque acabo de recordar cómo en la fiesta no hizo nada. No sé qué tiene pensado.

Aparta las bragas con el dedo, y mi clítoris comienza a palpitar. Sigo sin entender cómo el simple contacto de su piel sobre la mía puede tener tanto poder sobre mí. Empieza a mover en círculos el pulgar sobre él. Noto cómo poco a poco se va hinchando. De repente coloca uno de sus dedos dentro de mí mientras sigue moviendo el pulgar. Dios mío. Siento que me falta la respiración. Me muevo y noto su erección en mi culo. Quiero hacer algo. Quiero que él también se lo pase bien. No puedo pensar con claridad...

Muevo mi mano hacia atrás para entrar dentro de su pantalón. No lleva calzoncillos. Repito: No lleva calzoncillos. ¿Lo tenía ya pensado? Se la toco y la agarro. Comienzo a deslizar mi mano por su erección lentamente, mientras él sigue moviendo su dedo dentro de mí. Creo que le acabo de oír gruñir y yo acabo de soltar un gemido. Dios mío, quiero ponerme frente a él. Por mucho placer que esté sintiendo la postura es un poco incómoda... no llego tan abajo como me gustaría. Benditos dedos. No puedo pensar más.

De repente Jones saca sus dedos de mí y me da la vuelta. Si no quiero que mi brazo muera he de sacarlo lo más rápido posible. Cosa que hago muy a mi pesar.

Me pone frente a él y vuelve a meter su mano dentro de mí. Mi pelvis se mueve. Hace un minuto que quitó sus dedos y lo echaba de menos. Mi mano vuelve donde estaba la otra. Ahora es más fácil.

No me importaría tener mi boca ahí pero no es el momento. Cada vez voy más rápido, porque él lo va haciendo conmigo. Siento que me cuesta respirar.

一Estoy cerca. 一Digo en apenas un susurro.

Mete dos dedos mientras el pulgar sigue dando vueltas en mi clítoris. Voy a explotar en cualquier momento, pero no quiero hacerlo si él no lo hace también, así que comienzo a mover más la mano por toda su erección, yendo cada vez más rápido. Sé que se está acercando como yo.

Vamos cada vez más y más rápido, y sin esperarlo llego al orgasmo y segundos más tarde lo hace él.

Saco mi mano que está manchada de su semen y él saca los dedos de mí.

Abro los ojos y me está mirando. Me acerco los dedos y lamo aquellos manchados. Jones sonríe, sus ojos están dilatados y hace lo mismo que yo.

一Buena forma de empezar la mañana, ¿no? 一Pregunta lanzándome una risa ladeada.

Acerco aún más mi cabeza, colocándome frente a él y le beso. Me da igual el aliento y cualquier otra cosa. Necesito tenerlo cerca.

一Creo que me voy a quedar con tu camiseta.

一De acuerdo, te queda mejor que a mí.

Y esta vez me besa él a mí, y es profundo, largo y ardiente.

Llego a casa vestida con la ropa de la noche anterior. La camiseta de Jones la llevo en la mano. Intento no hacer mucho ruido, quiero ducharme y vestirme para clase. Pero las Ks parecen estar esperándome porque al pasar por el camino me llaman. Me paro en la puerta y me sonríen perversamente.

La regla de los 3 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora