Después del entrenamiento, Jones vino a casa a ver una película. Las chicas han salido, o eso creo porque he escuchado la puerta pero no las voces. Supongo que estoy demasiado concentrada en las manos que tengo dentro de mi coño.
一Joey, 一me mira一 ¿qué ha pasado?
Me sonríe divertido.
一Se ha dado cuenta de que Alina tiene pistas que conducen al asesino.
Suelto un gemido cuando añade otro dedo más a mi interior.
一Vaya, no pensaba que te gustara tanto.
Le pongo mi mano en su cara y se la echo hacia atrás.
一No te hagas el tonto. 一Digo con la voz ronca.
Suelto un jadeo, y ahora da círculos sobre mi clítoris hinchado. Estoy tan cerca.
Pongo mi mano sobre su entrepierna erecta y comienzo a acariciar. Antes siempre había preferido el sexo como tal, pero con Jones, cualquier cosa me vale y me sacia. Mientras sea él no me importa nada más. No importa lo que vayamos a hacer, dónde me toca, dónde estemos, mientras sea su cuerpo sobre el mío, su piel contra la mía. Es lo único que necesito.
Llego a mi ansiado orgasmo pero sigo trabajando con mi mano. Pero me apetece algo más. Quiero algo más. Y lo sabe porque me mira divertido. En todo este tiempo ha aprendido a leerme como la palma de la mano, sabe cuando estoy preocupada, ansiosa, triste, contenta, excitada, e incluso cachonda. Sí, eso también.
Aparta el ordenador y lo coloca en el suelo, una vez hecho eso, me coloco encima suya y lo beso. Nunca me había sentido tan adicta a unos labios como los suyos. Es como si fuera de otro mundo. Su lengua acude a mi encuentro y mis manos arropan su cara. Mientras que sus manos aprietan mi culo. Mis bragas han desaparecido y froto mi entrepierna contra la suya.
Coge el condón que guarda en su pantalón, se lo quito de las manos y se lo coloco. Me gira, poniéndose él encima y me penetra. Le araño la espalda mientras me besa el cuello. A la vez que entra y sale lentamente haciéndome sufrir.
Subo mi pierna sobre su cintura para una mayor profundidad.
一Jones... 一murmuro.
一Mmm... 一responde mientras sigue marcándome el pecho.
一Más rápido.
一 ¿No te gusta así?
Ahora va incluso más lento. Y puedo notar cómo se le forma una sonrisa mientras sigue chupándome.
一Quiero más... necesito más...
Me besa en los labios como si tuviera la intención de consolarme. Pero él sabe cuál sería la única forma con la que podría conseguirlo.
一Por favor...
一Me gusta cuando me lo pides...
Comienza a ir poco a poco más rápido. Nuestras bocas vuelven a encontrarse. Levanta mi otra pierna. Su mano se desliza hacia mi clítoris para acariciarlo, provocando que se me arquee la espalda.
一 ¿Te falta mucho? 一pregunta一 No sé cuánto más pueda aguantar.
Niego con la cabeza porque hemos llegado al punto donde ya no me salen ni las palabras. Las estocadas se vuelven cada vez más rápidas, puedo ver cómo el sudor le cae por la frente, lo dilatadas que se encuentran sus pupilas. Creo que es en este momento, en el que nos volvemos uno, en el que nos mostramos toda nuestra vulnerabilidad, cuando me doy cuenta de la magnitud de lo que siento y creo que él se da cuenta, porque hace lo mismo.
Mis piernas tiemblan con la llegada del orgasmo, gimo y Jones hace lo mismo. Pero no se quita de encima mío, al igual que tampoco sale de dentro de mí. Se me queda mirando intensamente, como si tratara de grabarse el color de mis ojos en su memoria. Quizás lo que quiere grabarse es mi cara de recién follada, no lo sé.
一 ¿En qué piensas? 一Pregunto con voz entre cortada.
一En tu mirada.
一 ¿Qué le pasa?
一Refleja muchas cosas.
一Son marrones.
一Eso es el color, no tiene nada que ver con lo que transmiten.
一 ¿Y qué transmiten?
一Espero que lo mismo que los míos.
Sus ojos están de un color verde mucho más intenso. Y juraría que reflejan amor. Amor porque estoy hasta las trancas por este tío y espero, y creo, que él también lo está de mí.
一Yo lo creo.
Vuelve a besarme intensamente. Me coloca la mano en su pecho. Va muy rápido.
一Así me haces sentir.
Coloco la suya sobre la mía.
一Y tú a mí.
Sale de mí y se coloca a mi lado. Mi cabeza sobre su pecho. Espero que nos sintamos así siempre. Espero que nada de ello cambie. Siento que ando en pies de plomo, que en cualquier momento la burbuja puede que explote. Me da miedo que suceda y que todo lo que estamos construyendo se destruya. Incluso, si solo se hiciera una brecha. Me aterra que algo pase y cualquier cosa, por mínima que sea desaparezca.
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La regla de los 3 días
RomantikKarlie no quiere tener nada serio con nadie. Vive sin preocupaciones con sus amigas. Un día sale a correr y se fija en un chico. Esa noche, él se presenta. Karlie se recuerda que ella no tiene citas, pero al final comienzan a verse. Karlie tiene una...