Él: ¿Estás aquí?
Jones y yo no hemos vuelto a hablar desde el lunes. Y tampoco nos hemos visto desde que me acompañó a clase. Y aquí estoy. Sentándome en las gradas con mis amigas. Ni siquiera sé cómo voy a actuar cuando lo vea. ¿Desde cuándo me comporto así por un tío? Ay mi madre.
Yo: Acabamos de llegar. Suerte.
Él: Gracias, aunque no creo que nos haga falta.
Yo: Creído.
Él: Por cierto, mi número es el 12. Para que te sea más fácil buscarme.
Yo: Si decido hacerlo.
Ya no me responde más. Supongo que será porque estará calentando o a punto de entrar. Este es el primer partido que acudo del curso. Y siendo sincera, en los años anteriores, solo he venido un par de veces. La única que realmente viene siempre es Kylie. Y es obvio, es la mayor fan de Matt. Incluso ha llegado a conducir lejos para animar a su hermano. Pero por lo general lo hace cuando son partidos importantes o sabe que está bastante preocupado.
— ¿Qué número tiene? —me pregunta Kyls mientras los jugadores van saliendo al campo.
—Me ha dicho que el 12.
—A ver... —Dice Kiera—. Está al lado de Drew.
Todas miramos a nuestra amiga que pone los ojos en blanco.
—No es nada nuevo. No es la primera vez que vengo a un partido. Dejad a vuestros cerebros descansar.
—Algún día nos tendrás que explicar lo que hay entre vosotros dos. —Le digo.
—No hay nada. Solo follamos. —Volvemos a mirarla—. Si lo hubiera, os lo habría dicho. Y si hay algún cambio, os mantendré informadas. Ahora centrémonos en el partido.
Así que así seguimos. Parece que vamos ganando pero si algo he aprendido en los pocos partidos en los que he acudido es que por mucha ventaja que llevemos, en cualquier momento las tornas se pueden cambiar. Por lo cual no podemos confiarnos.
Jones ha jugado la mayor parte del tiempo, o eso creo porque hay veces en las que me he despistado y no lo he visto. Al igual que Matt y Drew. Por lo que Kylie nos contó, se pueden ir cambiando los jugadores, así que asiento como si entendiera de lo que me está hablando.
Kayla no parece estar prestando mucha atención, más bien está frunciendo el ceño mientras teclea con el móvil. Kendall la mira preocupada y la verdad es que yo también.
一 ¿Qué pasa?
一Trevor. 一Responde mi amiga.
一 ¿Qué pasa con él? 一Vuelvo a preguntar.
一Está molesto porque he venido al partido y no se lo he dicho.
一 ¿Pero no había quedado con sus amigos y después os ibais a reunir en la fiesta?
一Efectivamente. 一Dice mi amiga mientras mueve la mano.
No entiendo a este tío. Pero no puedo meterme en la relación de mi amiga. Pero es gilipollas. El amor supongo que te hace ciega y estúpida.
一Lo que le molesta es que no se lo haya dicho. O más bien que no le haya invitado a venir.
一Pero es que él no podía venir. 一Responde Kenny.
一Por eso no se lo dije, pero parece ser que no lo entiende.
一Bueno, en la fiesta podréis solucionarlo todo.
一Supongo.
Se hace de nuevo el silencio. Ninguna nos atrevemos a decir nada de lo que realmente pensamos. Porque creo que todas estamos de acuerdo en que esta relación no es del todo normal. Pero no decimos nada. Es como un tema tabú. ¿Y qué podemos hacer? Posiblemente en su situación, si yo realmente estuviera enamorada aguantaría esas cosas. Y no tengo ni que irme tan lejos, solo tengo que pensar en mi madre. Y en la relación con mi padre. Eso me recuerda a que no he vuelto a escribirle. Y seguramente esté algo molesta. Pero bueno, ya somos dos.
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La regla de los 3 días
RomanceKarlie no quiere tener nada serio con nadie. Vive sin preocupaciones con sus amigas. Un día sale a correr y se fija en un chico. Esa noche, él se presenta. Karlie se recuerda que ella no tiene citas, pero al final comienzan a verse. Karlie tiene una...