Los planes de boda continuaban en la casa principal con Khun buscando los mejores arreglos florales y los manteles que combinaran, sin embargo, en la casa de los novios la situación no giraba ni siquiera cerca del tema en cuestión, Pete tenía otra cosa de que preocuparse ahora que Vegas se negaba a por lo menos tomar a Venecia en brazos.
Había dejado de ser gracioso después de unos días y ahora solo le preocupaba que Vegas fuera a continuar así el resto de sus vidas, su frialdad respecto a Venecia estaba afectando a todos en la casa, el bebé lloraba cada que lo dejaba en la cuna y cuando Vegas se iba sin siquiera mirarlo, Macao y él habían tratado de distraerlo los últimos días para que no prestara atención a los desplantes de Vegas, pero sus intentos habían sido en vano y ahora solo estaba cansado.
― ¿De verdad estás enojado porque te llamo por tu nombre? Le puedo repetir que eres su papá para que no lo vuelva a hacer. ―musitó apenas estuvieron en su habitación a solas, Venecia estaba tomando una siesta y Macao había salido con unos amigos de la escuela.
―No estoy enojado, te dije desde el primer día que era tu mocoso, no mío. ―murmuró Vegas poniendo los ojos en blanco acercándose al armario para buscar una pijama, todo el día había estado fuera de la casa por negocios, haciéndose cargo de los asuntos que Kinn le delegaba y aquellos que nadie más parecía capaz de cumplir. Estaba cansado y durante la cena el mocoso no dejaba de hacer un escándalo con el montón de nuevas palabras que conocía como si quisiera llamar la atención de alguien en la mesa, estaba seguro que le había provocado una jaqueca después del último grito cuando Pete lo llevó a su habitación.
Lo único que quería era tomar una pastilla e irse a dormir, no pelear por su falta de atención por el niño que él ni siquiera decidió adoptar y que lloraba cerca de él como si fuera un padre abusivo.
―Vegas. ―murmuró Pete acercándose a él con un largo suspiro que le tenso el cuerpo, había días en que simplemente no tenía ganas de hablar y ese era uno de ellos, pero lo único que odiaría más en ese momento era pelear con Pete, muy en el fondo esperaba que un vez el mocoso se fuera a dormir ellos pudieran hacer algo más que compartir la cama, estaba dispuesto a olvidar su agotamiento si se trataba de tener al encantador ex guardaespaldas atado a la cabecera. ―Antes de que te llamara por tu nombre estabas bastante cómodo con llevarlo en brazos y hasta lo dejabas jugar en la habitación.
Sí estaba molesto por lo ocurrido esa tarde, pero no iba a aceptar de ninguna forma que le afectaba si el mocoso decidía llamarlo "Vegas" o "Papá", suficiente tenía con las bromas de Macao y Pete sin siquiera admitirlo, si lo reconocía jamás le dejarían olvidarlo.
Sabía que Venecia era un manipulador, según los libros que Pete había comprado, todos los bebés lo eran, aunque ahí no les llamaban manipuladores, solo eran niños llamando la atención de sus padres.
Y estaba convencido que solo le llamaba por su nombre para convencer a Pete de que era su favorito y lo arropara con todo el cuidado del mundo, después de todo, Pete tenía razón, Venecia se parecía, más de lo que le gustaría, a él y eso le hacía más fácil leer sus acciones, podía enojarse con él, pero en el fondo sabía que estaría él mismo dispuesto a hacer lo que fuera por atraer a Pete a su lado, no sería la primera vez y por eso no podía juzgarlo.
― ¡Papá! ―el llanto ensordecedor del mocoso lo sacó de sus pensamientos antes de que pudiera responder, Pete exhaló con fatiga mirando la puerta mientras él tomaba la pijama del armario.
―Ve con él antes de que arme un alboroto. ―masculló haciéndolo a un lado para ir al baño, quizás una ducha fría le relajaría el cuerpo y bajaría el dolor de cabeza.
Pete suspiró yendo a buscar al bebé a su cuarto, lo había dejado profundamente dormido antes de salir, no entendía como había despertado con la suficiente energía para gritar así después de cinco minutos.
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Las aventuras de VegasPete
FanfictionCada capítulo será una mini anécdota de Vegas y Pete viviendo como familia con Macao y Venecia, y una que otra historia de su vida de pareja.