La llegada del nuevo integrante de la familia había afectado a todos los miembros, incluso aquellos que no compartían vivienda con el pequeño, Venecia no estaba feliz con el bebé, no le gustaba compartir sus espacios con él, ni aguantar el llanto interminable cuando estaban juntos en la guardería de la primera familia cuando por cualquier razón no asistía a la escuela, así que en sus días libres uno de sus padres debía quedarse con él o llevarlo al trabajo con ellos en lugar de dejarlo en un lugar adaptado a su edad.
El hijo de Kinn y Porsche pasaba bastante tiempo en la guardería, sus padres trataban de visitarlo entre juntas y estar con él tanto como les era posible, pero era bastante obvio que el trabajo de ser jefes de ambas familias no se adaptaba al de ser padres primerizos, no había algo como un descanso por paternidad en esa industria y con todos sus compromisos el niño parecía estar más acostumbrado a las niñeras que a las caras de sus progenitores.
Pete trató de darle un par de consejos a Porsche para sobrellevar las actividades del bebé con el trabajo que tenían, pero aun cuando su amigo se esforzaba de verdad en aprender todos los cuidados de su hijo, seguía faltándole la paciencia que a Pete le sobraba. Sin mencionar que el pelinegro debía regresar a casa lo antes posible, ya que su propio hijo se negaba a acompañarlo y se ponía furioso cuando pasaba mucho tiempo con el "otro bebé".
Como esa tarde que, por segunda vez en la semana, Venecia se encontraba al cuidado de Vegas en las oficinas de los muelles, mientras Pete estaba de nuevo entrenando a Porsche para mejorar sus habilidades como papá de un recién nacido.
Habían agregado un pequeño corral con juguetes a la oficina para que el mocoso tuviera un sitio para entretenerse, el problema era que Venecia no era fanático de la reja que le impedía ir a donde quisiera, se quejaba todo el tiempo de no poder salir a jugar con los empleados, Vegas no tenía problemas con dejarlo ir a jugar, pero Pete había dicho que era peligroso dejarlo solo con la clase de trabajo que tenían, así que no tenía más opción que seguir las reglas.
―Si lo rompes de nuevo, compraré uno más alto. ―musitó al escuchar los murmullos molestos de su hijo que luchaba por escapar de su corral, era un niño listo, descubrió bastante rápido como abrir el seguro, pero al igual que él, le temía a los regaños de Pete y eso lo mantenía en su lugar.
―Papá, no. ―exclamó deteniéndose solo para fulminarlo con la mirada, Vegas le devolvió la mirada con detenimiento como si fuera una competencia para ver quién aguantaba más tiempo o se rendía.
―Tienes todos tus juguetes ahí, saldremos cuando termine mi trabajo. ―murmuró levantándose para ir hasta él, las últimas semanas habían sido difíciles para todos, pero Venecia estaba resintiéndolo más que cualquiera, no le gustaba compartir a Pete, verlo con otro niño le estaba costando y no podía juzgarlo, él mismo estaba harto de que su esposo pasara tanto tiempo lejos de casa.
Venecia se acercó a la orilla estirando los brazos para que lo tomara y aun cuando seguía teniendo una montaña de cosas por hacer, lo saco de su encierro acercándose con él hasta el escritorio.
― ¿Qué quieres hacer?
―Vamos papá. ―respondió sin siquiera dudarlo y sonrió sentándolo en la orilla del escritorio, tomando asiento en su silla para buscar la caja con crayolas y hojas que Pete había preparado hacía semanas para él.
―Está trabajando, lo veremos en unas horas. ―explicó encontrando lo que quería en el último de sus cajones, Venecia frunció el ceño negando.
―Está el otro bebé. ―masculló cruzándose de brazos y Vegas suspiró dejando la caja a su lado, de verdad tenía que trabajar, no tenía tiempo para poner de buen humor a Venecia. ―Quiere su otro bebé más. ―añadió con la voz entrecortada y antes de que Vegas pudiera comprender lo que estaba pasando los ojos del mocoso se aguaron y el enojo inicial se convirtió en lágrimas cayendo por sus mejillas. ―Ya no quiere mí.
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Las aventuras de VegasPete
FanfictionCada capítulo será una mini anécdota de Vegas y Pete viviendo como familia con Macao y Venecia, y una que otra historia de su vida de pareja.