VERANO |Poseidón y tú|

Epílogo

—¿Qué hacemos aquí?

—Te voy a presentar a alguien.

—Espera... ¿conociste a alguien este año de vivir con los abuelos?

—No seas malo conmigo, Kiran. Por supuesto que he conocido gente mientras he estado aquí, pero a... quién te quiero presentar, es desde hace más tiempo.

—¡Me mentiste! ¡Dijiste que solo buscabas caracolas! ¡¿Eres una espía que por eso me mientes?!

—¿Qué? No. Suficiente noticias de la guerra has visto, niño.

—No me convences... Buscaré un cangrejo para obligarte a hablar.

Giró sobre sus talones para comenzar a cavar en la arena.

Se hallaban en el sitio en el que _____ había conocido a Posesión y donde solían juntarse desde entonces. Tras un año de estar juntos, y seis meses de casados, ella le preguntó si no podía conocer a su familia. Poseidón, en vez de hacerlo, le dijo que prefería conocer a la suya. Después de todo, uno de sus hermanos no era muy recomendable que conociera.

Tomó a Kiran para que evitara hacer lo que había dicho, mientras que le repetía que se comportara. Incluso comenzó a dar vueltas con él y quejándose de que pesaba mucho. Fuera de eso, ambos reían.

En un momento, _____ se detuvo al ver la figura de Poseidón a varios pasos de donde estaban. Y su hermano también lo captó.

Esta vez, el dios de los mares no vestía con esas ropas tan extrañas que para la muchacha ya se le habían vuelto habituales, sino que con ropa que ella misma le compró para que conociera a su familiar. Una camisa playera y unos largos pantalones.

Dibujó una gran sonrisa al verlo tan tranquilo. Soltó a Kiran para proseguir a presentarlos.

—Kiran, él es... mi novio, Poseidón.

Los ojos azules la miraron como si quisieran corregirla en su error. Pero debió de mantenerse callado. Después de todo, los humanos no eran fáciles de comprender.

Luego miró al menor, que muy convencido no estaba.

—¿Acaso es ale-...?

—¡No! Ya te he dicho que dejes las noticias de la guerra, no te hacen bien.

Volvió a mirarlo para tomar la mano de su hermana. _____ comenzó a caminar para el encuentro, saludando a su "novio" con un beso en la mejilla.

—¿Desde cuándo se conocen?

Miró al de cabellera rubia, con quien no conectaba mirada; el mayor solamente veía la arena bajo sus pies.

—Hace mucho tiempo. Más de... cinco años— respondió _____.

—¿Acaso está bien?

Y pasó una mano frente al rostro de Poseidón que estaba teniendo mucha paciencia.

—Es así.

—¿Rarito?— recibió un golpe en el hombro por parte de su hermana —¡Ay! ¡Perdón!— se quejó —Pero tampoco habla.

—No es de muchas palabras, ¿si? Apenas lo conoces y ya lo estás molestando— lo regañó.

—Soy tu hermano menor. Tengo el derecho de permitirte con quién y con quién no debes estar.

Poseidón vio por segundos al muchacho, tratando de comprender aquella costumbre humana. ¿Debía pelear con él o algo así? Primero, no lo haría. Y segundo, le ganaría con facilidad.

—Poseidón, ¿me comprarás algo y jugarás conmigo?

Arqueó una ceja mientras seguía con la vista en el suelo, escuchando un suspiro que salía de su esposa.