Finney Blake

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Nadie merecía a Finney cuando estaba enamorado. Era un amor, siempre pensando en ti, siempre cuidándote. Hiciste mejores sus días en la escuela. Tú y Robin eran sus mejores amigos, él siempre lo apreció ya que no tenía más amigos que ustedes dos.

-¡Mierda! ¡¿Qué pasó?! -dijiste mientras mirabas a Finney cuando estabas hablando con Robin.

-¿Qué pedo? ¿Qué te pasó a ti? -Robin continuó interrogándolo.

-Nada, solo me rodeé de algunos niños -Finn respondió mientras gruñía y se agarraba el estómago.

-Yo me ocuparé de ellos -Robin respondió y luego se fue rápidamente preparado para golpear a esos chicos.

-Vamos, vamos a la oficina de enfermeras -le agarraste la mano mientras ibas a la enfermería.

-E-está bien.

Sorprendentemente, no había nadie allí, así que tuviste que curarlo tú misma. Lo hiciste sentar en el colchón que estaba allí. Observó tu presencia mientras tomabas algunas cosas del estante frente a ti, pensó lo vergonzoso que era esto, nunca imaginó que esto sucedería. Fue un sueño hecho realidad.

Te miraba mientras soñaba despierto contigo, nunca se dio cuenta de que te habías girado hacia él, con una mirada confundida, le preguntaste si había algo en tu rostro. Eso lo hizo volver a la tierra.

-¿Eh? ¡Oh! Nono, solo estaba pensando, eso es todo -respondió con una mirada de pánico en su rostro.

-Ah, vale.

Te sentaste a su lado y comenzaste a desinfectar sus heridas mientras él pensaba en lo bonita que eras.

[...]

-¡Oh Alice! ¡¡Por favor bésame!! -Gwen se burló de él mientras caminaba hacia la casa de Robin.

-¡Para! -Le había contado todo a su hermana pequeña, y pronto también a Robin.

-¡Oh, vamos! ¡Sabes que amas a Alice! -Gwen siguió hablando de ti mientras Finney estaba callado pero seguía escuchando y riéndose un poco.

Gwen sabía todo sobre ti, ambas también eran buenas amigas y hablaban cuando iban a la casa de Finn a pasar el rato. Después de unos minutos llegaron a la casa de Robin, donde inmediatamente el niño abrió la puerta.

-¡Oye! ¿Estás listo para ver la película? -Robin les preguntó mientras entraban.

-¡Sí, estamos listos! -la hermana menor le respondió, todavía Finney sumido en sus pensamientos y en silencio.

-Oye, ¿qué pasa contigo Finn? -Robin dijo preocupado.

-Solo está pensando en su pequeña novia, Alice -Cuando Finn escuchó tu nombre, finalmente respondió.

-Espera, ¿qué pasa con Alice? -dijo muy confundido.

-Nadaaaa -dijo Gwen en un tono sarcástico. Pronto los tres comenzaron a ver una película.

[...]

Hoy era el día, el día que Finney te invitaría a salir. Se sintió preparado, algo de la noche a la mañana le dio confianza, le dio el coraje para hacerlo. A primera hora de la mañana, te invitaba a salir.

Se preparó mucho, su papá incluso lo miró un poco raro. Mientras se dirigía a la escuela, pensó en lo que te diría y decidió que te invitaría al arcade.

Tan pronto como te vio, se acercó a ti.

-Hola Alice -dijo nervioso.

-Hola Finn, ¿qué pasa?

-Yo-yo quería decirte algo -él murmuró.

-Está bien, dime -Finn quería decirte que le gustabas, de verdad le gustabas, pero nada salió de su boca-. ¿Finn? ¿Estás bien?

-ME GUSTAS -prácticamente lo gritó, pero gracias a Dios nadie más lo escuchó excepto tú, estabas completamente en shock.

-Finn... a mí también me gustas mucho -nunca pensó que escucharía esas palabras salir de tu boca. Hubo un silencio, no demasiado largo, pero un poco incómodo,

-Entonces... ¿te gustaría pasar el rato el viernes? ¿Quizás en el arcade? -él sugirió.

-Por supuesto Finn, te veré allí -te despediste cuando empezaron las clases, le diste un beso en la mejilla y te alejaste sonriendo y muy abrumada.

𝐑𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora