𝐑𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌

Tate Langdon

Bueno, estoy muerta.

Como, súper muerta.

En un minuto me estoy cortando las muñecas en mi baño y ahora estoy de pie sobre mi cuerpo mirándome decaer.

Nunca pensé que me convertiría en un fantasma o lo que sea que soy. Ni siquiera creía en el más allá. Pensé que moriría y eso sería todo. No sentiría nada, sería pacífico. Definitivamente estaba equivocada.

Me mudé a esta gran mansión en California con mis padres. No quería morir, solo pensé que era mi única salida. Ahora, estoy atrapada aquí. Excelente. Realmente jodí al perro esta vez.

Después de que mis padres me encontraran pudriéndome, decidieron mudarse para tener un nuevo comienzo. No es que los culpe. Pero estaba un poco enojada porque me dejaron aquí, incapaz de poner un pie fuera de esta propiedad excepto por Halloween.

Si soy completamente honesta, no es tan terrible. No estoy sola. Resulta que mucha gente ha muerto aquí. Violentamente, lo cual es divertido.

Hay una mujer que vive aquí que está un poco loca, pero es agradable. Me trata mejor que mi propia madre. Sin embargo, ella desearía que yo fuera un bebé, porque su bebé está jodido.

También hay una anciana aquí, de quien descubrí que en realidad estaba muerta y vivía aquí. Cuando yo estaba viva, ella era nuestra sirvienta y constantemente trataba de seducir a mi padre, por lo que la perdoné a regañadientes.

Esa vecina extraña, Constance, siempre visita aquí, ya que tiene varios hijos que también han muerto aquí. Todavía tengo que conocer a su hijo mayor, Tate. Para ser honesto, no creo que quiera conocerlo. Lo he visto deambular por los pasillos pero nunca me he mostrado cerca de él. La Sra. Montgomery dice que lo malinterpretaron, pero disparar contra una escuela es demasiado para mí.

Salgo con su hermano a veces, y por pasar el rato me refiero básicamente a hacer rodar una pelota de un lado a otro. Aunque lo hace un poco feliz, supongo. Sé que uno de estos días me lo voy a encontrar, solo espero que sea más tarde que temprano.

[...]

Hoy, esa perra agente de bienes raíces está tratando de vender esta casa, una vez más. Solo para que los dueños mueran y se queden atrapados aquí por toda la eternidad. Cualquiera en su sano juicio no compraría esta casa, especialmente sabiendo lo que sucedió aquí.

Observo a la familia interesada en comprar la casa de mi antiguo dormitorio. Parecen una familia relativamente normal. Una mamá, un papá y su angustiada hija adolescente y un lindo perro mascota.

Sí, definitivamente no sobrevivirían viviendo aquí.

-Espiando a la gente nueva, ¿ya veo?

-¡Jesús! ¡Me asustaste! -Me giro para ver a Tate. Oh chico, esto debería ser divertido.

-Alice Adams. Que lindo conocerte por fin. Nunca tuve la oportunidad de presentarme cuando te mudaste aquí por primera vez porque, verás, te suicidaste antes de que yo tuviera la oportunidad. Lo cual fue un poco grosero de tu parte -Él sonrió-. Tu muerte fue muy entretenida, debo decir. Toda esa sangre brotando por todas partes, hombre, fue todo un espectáculo.

-Me alegro de que hayas encontrado mi muerte tan entretenida, Tate. Estoy segura de que la tuya también lo fue -Sonrío dulcemente, haciendo que su sonrisa de suficiencia se convierta rápidamente en una mirada furiosa.

-De todos modos -tosió-, es mejor que me presente a la gente nueva pronto.

-Pero... estás muerto.

-Bueno, ellos no necesitan saber eso -Se acercó a la ventana donde vi-. Esa chica es un poco sexy, ¿no crees? -Él sonrió-. No te preocupes, te encuentro aún más bonita.