𝐑𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌

Xavier Thorpe

—Te ves terriblemente sola —dijo una voz a tu lado—. ¿Te importa si me uno?

Tu mirada pasó del pavimento a un par de ojos verdes que conocías demasiado bien.

—Estaba disfrutando de un momento de paz en realidad —respondiste al chico antes de continuar mirando hacia el camino frente a ti que conducía a la ciudad.

—¿Momento de paz o me estás evitando? —Xavier respondió con las cejas levantadas dándote una mirada de complicidad.

—No, definitivamente creo que es un momento de paz —respondiste haciendo una pausa por un segundo—, de ti...

—¡LO SABÍA!

—No tienes que ser tan ruidoso, solo somos nosotros —te reíste de la reacción del chico.

—Espera. ¿Por qué me has estado evitando? Ni siquiera has respondido a mis mensajes de texto antes —preguntó Xavier con un tono de preocupación.

—Me encontré con alguien hace unos días, y me hizo darme cuenta de algo —respondiste queriendo pasar del tema.

—¿Y de qué te hicieron darte cuenta?

—Que no debería llegar a apegarme.

—Eso es lo más ridículo que he escuchado —pronunció Xavier.

—Xavier, no es nada personal —mentiste—. No quiero retenerte.

Lo que realmente sucedió fue que hace unos días Bianca se acercó a ti brotando pensamientos de duda sobre tu relación con Xavier en tu mente. Ella habló sobre cómo esto era solo temporal para él hasta que eventualmente se aburriera y volviera con ella. Sabías que en realidad eso no sucedería, pero eso no te impidió crear más distancia entre tú y Xavier durante los últimos días.

—Creo que ignorarme es definitivamente personal —se burló—. Emily, se necesitan dos personas para estar en una relación.

—¿Qué personas? —Dijiste en voz baja, aunque todavía podía captar lo que susurraste.

—No, en serio, ¿cuál es tu problema conmigo en este momento?

—¿Por qué no le preguntas a ella? —le espetaste acelerando el paso para caminar delante de él—. Siempre vuelves con ella, ¿no?

—¿Quién? —Xavier preguntó en la más absoluta confusión.

—Bianca.

—¿Por qué volvería con ella? Te tengo.

—¿Qué pasa si no tengo suficiente? —soltaste deteniéndote en seco para darte la vuelta y enfrentarlo.

—Eres más suficiente. Eres todo lo que necesito —Xavier se acercó a ti.

—Yo-

—Eres la única persona que quiero —envolvió sus brazos alrededor de ti permitiéndote apoyar la cabeza contra su pecho.

—Lo siento —te disculpaste.

—No, no tienes nada de qué disculparte.

—No, lo hago. No debería haber dejado que Bianca tuviera tanto poder sobre nuestra relación —admitiste—. Tenía miedo de que te aburrieras de estar conmigo.

—¿Cómo podría aburrirme alguna vez? Podría mirarte durante horas —se rió.

—Solo dices eso porque necesitas un modelo para dibujar —lo apartaste riendo.

—No necesito una modelo si eres mi musa —bromeó.

—Tal vez tenía razón al evitarte —dijiste caminando más rápido hacia la ciudad.

—¡Espera! ¡Oye! NO MÁS EVITAR.