𝐑𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌

Stiles Stilinski [+18]

Ser un Omega siempre había sido algo difícil de vivir. Especialmente en Beacon Hills, ayudó ser parte de una manada muy completa que tenía dos Alfa, lo cual, por supuesto, era inaudito. Ambos eran muy protectores y ayudaba que fueran los mejores amigos desde que eran bebés.

Estaba Scott McCall, el Alfa más activo del grupo y fue emparejado con su Omega Allison. Luego estaba Stiles Stilinski, de alguna manera todavía no estaba emparejado y realmente no parecía estar buscando, al menos no para ti. Ambos Alfas no se parecían en nada a los típicos Alfas de cabeza grande que conocías en el pasado, eran increíblemente dulces y desinteresados, con corazones de oro.

Luego estaban los demás en la manada, Allison, por supuesto, era la compañera de Scott, pero ella era una persona muy agradable por sí misma y rápidamente se hicieron amigas. Te desconcertó por completo cuando te enteraste de que Liam era un Omega, solo por su actitud, esperabas que al menos fuera un Beta. Luego estaba Lydia. Tenía todo el fuego y la presencia de un Alfa pero era una Beta. La manada era pequeña pero así les gustaba a todos, al menos de momento. A los Alfa les costó mucho confiar en las personas lo suficiente como para dejarlos entrar.

A menudo descubres que tu mente está a la deriva como ahora, de vuelta a los tiempos anteriores a la manada, cuando eras una sola y aterrorizada Omega. Los tiempos eran extremadamente difíciles, siempre tenía que huir de los bastardos del Jock Alpha. Los que tratarían de perseguirte, como si les debieras algo debido a tu genética.

Todo hasta que Scott y Stiles lo detuvieron y te trajeron a su manada, te sorprendió lo bien que habías logrado encajar.

Había habido avistamientos de una manada peligrosa en la ciudad, una manada que era conocida por secuestrar a Omegas solteros. Así que la manada se había dividido en parejas, Allison, por supuesto, se había puesto con Scott, Lydia se había puesto con Liam. Lo cual, por supuesto, te había dejado a ti y a Stiles. Con lo cual estabas más que bien, él era la persona con la que siempre te habías sentido más seguro de todos modos.

Sin mencionar la forma en que siempre olía tan malditamente increíble, como todas tus cosas favoritas en el mundo. Lo que Allison se apresuró a señalar fue lo primero que notó sobre Scott. Sin embargo, le dijiste que no le dijera nada a nadie, la idea de que Stiles descubriera que estabas diciendo cosas así te preocupaba. No querías que pensara que lo estabas diciendo por el simple hecho de decirlo, porque eso era algo que se sabía que muchos Omegas hacían con Alfas, solo para estar protegidos. Obligado no era algo que quisieras que Stiles sintiera hacia ti y ciertamente no lo obligarías a hacer nada que no quisiera.

Stiles te saca de tus pensamientos mientras te apoyas contra Roscoe esperándolo, su mano aprieta suavemente tu brazo para llamar tu atención.

—¿Lista para ir, Amber? —pregunta con esa sonrisa adorable, ajustando la bolsa en su hombro.

No puedes evitar sonrojarte al sentir su piel contra la tuya. —Sí, seguro. Lo siento Stiles, estaba en mi propio mundo. Vamos —Sonríes cuando te abre la puerta, trepando, le agradeces y dejas que la cierre detrás de ti, como siempre insistió en hacerlo. En este punto, dejaste de prometerle que estabas bien y simplemente lo aceptaste, entendiendo que era solo parte de quién era él.

Tan pronto como la puerta se cerró detrás de él, te obligaron a tomar aire, seguro que él olía increíble, pero había algo diferente en el olor que golpeaba tu nariz en ese momento que hizo que tu estómago se revolviera. Fue más intenso y un poco abrumador. Tenías que hundir los dientes en el labio inferior para contener el gemido que amenazaba con escaparse.

—Estás tranquila hoy. ¿Estás bien? —Stiles pregunta mientras enciende el jeep y sale de su lugar de estacionamiento.

Fuerzas una sonrisa con los labios apretados mientras tratas de no inhalar demasiado. —Sí, estoy bien. Solo un poco preocupada de que esa manada nos encuentre a alguno de nosotros.