El laboratorio y el encapuchado.

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- ¡¡Oye, pajarraco!! ¡¡Suéltame!! – gritaba a pleno pulmón, mientras que trataba de dar golpes al pokemon, sin éxito.

Ni siquiera entiendo porque este pokemon de la nada me agarro por la espalda. Estaba tranquilamente hablando con Pancham y Eevee sobre... algo, y de la nada, este Fearow me agarro y me llevo volando. Supongo que esa es la versión resumida. Bueno, eso no importa ya, ya que empiezo a sentir como el ave esta descendiendo poco a poco.

Al tocar tierra, me aparte lo más pronto posible del pokemon. Me había dejado en lo que parecía un campo muy extenso. Desde donde estaba, podía ver lo que parecía una residencia, aunque no sabia de quien. También pude ver que alguien venia desde el edificio a toda prisa. Era un chico de piel clara, con el pelo corto en forma de hongo de verde oscuro y con ojos de color negro. Vestía una camisa verde claro con el cuello y el dobladillo de las mangas de color verde oscuro, pantalones cortos color café y una banda en la cabeza color granate claro. Al llegar a donde me encontraba, le hable.

- Oye, ¿Dónde estoy?

- ¿Quién eres tú? – fue lo único que me dijo.

- Disculpa, menso, pero yo te pregunte primero.

- ¿Qué te pasa, niña?

- ¿Niña? Tengo 16.

- Y yo 18, así que respeta a tus mayores.

- Bueno, como sea. ¿Ese es tu pokemon? – le pregunte mientras señalaba al Fearow.

- Si, ¿Por qué? No está a la venta.

- No compro pokemons. Mucho menos aquellos que me secuestran.

- ¿Qué te secuestro? – se voltea a ver a su pokemon – Te pedí que fueras a buscar a Gary, Fearow, no que me trajeras a... esta chica. ¿A dónde te fuiste?

Antes de que alguien más pudiera decir algo, para mi fortuna, escuchamos un rugido que nos interrumpió. Al alzar la mirada, vimos 2 siluetas, que fueron aclarándose mientras más se acercaban a nosotros. El primero en llagar fue Gary, montado en su Pidgeot. Después, llego Charizard. De este ultimo bajó primero mi amiga rubia, seguido de su hermano.

- Al fin que llegas, Gary. Tu y... otra chica que no conozco. Y... - al ver quien era el que bajaba último del lomo del dragón, al chico se le abrieron los ojos como platos. - ¿¡Satoshi!? ¡¡Maldita sea!! ¿¡En serio eres tú!? ¿¡Donde diablos estabas!?

- Si... a mí también me da gusto verte, Tracey. – dijo el azabache con algo de indiferencia.

- Oye, Tracey, mejor vamos a hablar adentro de esto, con más calmita. – le dijo Gary al chico de la banda.

- ¡Pero...! ¡Es Satoshi! ¡Han pasado 3 malditos años! ¿¡Y quieres que me aguante las ganas de preguntarle todo lo que ha vivido!?

- Básicamente. Te contaré todo después, te lo prometo. Por ahora, entremos, hablemos con mi abuelo y la señora Delia...

- Ah, sí... Sobre eso... el profesor y la señora Delia salieron a comprar el almuerzo. Ya salieron hace unos 20 minutos, así que supongo que ya deben de estar de regreso.

En eso, empecé a procesar lo que estaban diciendo.

Mencionaron a un profesor. Y si mi memoria no me falla, el apellido de Gary es Oak. Y si el profesor y Gary son parientes... ¡Mierda! ¡Quiere decir que estoy en el laboratorio del Profesor Oak! ¡No me lo puedo creer! No ha cambiado nada, ahora que lo veo con detenimiento. Aunque, si soy sincera, no lo recordaba tan pequeño...

Ash y Serena. ViajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora